- ¿Recordáis este diálogo?
- ¿Este es el avión que va a Tuatu, USA? Voy a Miami.
- ¿Y cuando usted va a Miami pregunta por Tuatu? Tuatu es una imbecilidad aérea.
- Anda, claro. Es el de aquellos dos que no se entienden porque cada uno habla de lo que le parece.
- Exacto. Hablamos entonces de la coherencia textual, es decir, de la importancia de organizar bien la información, usando las palabras apropiadas y explicándonos con sencillez. ¿Lo recordáis, verdad? Lógicamente, cuando escribimos un texto, podemos revisarlo una y mil veces hasta haberlo redactado con total corrección. Pero... ¿cómo hacer que nuestra comunicación oral sea también coherente? ¿Cómo evitar que los nervios nos traicionen cuando tenemos que hablar en público?