Los
padres, en ocasiones, se enfrentan a la educación de
sus hijos con temores de no poder estar a la altura de los
tiempos y los métodos educativos. Pero no hay por qué
sentirse así, no hace falta ser una persona de gran
cultura, ni gran nivel intelectual ni adquirir métodos
de aprendizaje especiales. Lo más importante que debemos
tener es una actitud positiva y unos expectativas razonables.
Existe un objetivo primordial: desarrollar
en los hijos un fuerte deseo de aprender acompañado
de un sentido de la responsabilidad y confianza en sí
mismo para llevar a cabo las tareas escolares. Los padres
deben ser defensores de los hijos, guiarlos, apoyarlos y saber
también quedar en la sombra para que ellos asuman sus
responsabilidades en el colegio.
Si un hijo quiere aprender y está convencido de que
el colegio es importante, el éxito está garantizado.
El objetivo de los padres debe dirigirse
a fomentar una actitud positiva en los hijos y a darles motivaciones
para tener éxito en el colegio, cuanto antes, mejor.
La actitud de los padres ante el colegio
y el modo de comunicarla ejercen una fuerte influencia en
los sentimientos de los niños. Aún así,
existen algunos PROBLEMAS que trataremos
de resolver. Uno de ellos surge cuando el hijo se queja del
colegio; otro, cuando es el colegio el que se queja del niño;
y, por último, podemos hablar de cuando el profesor
y el niño no se llevan bien, es decir, no hoy entendimiento
entre ellos. Analicemos cada uno de estos supuestos.
La primera cuestión que nos podemos plantear es cuando
EL HIJO SE QUEJA DEL COLEGIO. En primer lugar
hay que tener cuidado a la hora de interpretar sus quejas,
asegurarse que no existe una razón de fondo mas grave.
Las quejas obedecen a diversas razones:
Algo o alguien le molesta.
Quiere encubrir algo más serio.
Quiere llamar la atención de los padres.
Algunas quejas reflejan luchas infantiles
morales que forman parte del desarrollo sano de cualquier
niño. Los padres deben escuchar las quejas para
que el niño no piense que no se le toma en serio y
aprender o distinguir si surgen de un problema real en el
colegio o no. La mayoría de los niños no son
capaces de describir con exactitud lo que les molesta y utilizan
el colegio como un todo ya que así es un objetivo fácil.
Si se quejan de algo que nadie puede comprobar pueden obtener
comprensión, desviando la atención sobre el
colegio en general, frente al cual los padres ejercen poco
control.

Otro motivo de queja es la injusticia. Cuando el niño
es uno más entre centenares y tiene que ajustarse a
un complejo sistema de normas y reglas, es raro que no se
sienta injustamente tratado en algún momento de su
vida escolar Una situación injusta que se suele dar
en los colegios es la que se llama "de reacción
posterior": un niño hace algo a posteriori
en reacción a algo que le han hecho a él.
Lo podemos describir mejor con un ejemplo: un niño
le hace algo a otro (el profesor no mira). El segundo niño
reacciona atrayendo la atención del profesor quien
ve la segunda reacción pero no quién la provocó.
El segundo niño recibe el castigo. Los profesores son
humanos y tienen sus defectos como cualquier otro profesional.
Uno de ellos consiste en la humana tendencia de tratar a los
niños de forma desigual. En ocasiones el profesor ''etiqueta"
al niño al que le resulta difícil librarse de
ella.
Existen otros motivos por los que el niño puede quejarse,
como son:
Ya
hemos visto diversos tipos de quejas que puede hacer el niño
en relación con el colegio. Es necesario que llegado
a este punto analicemos ¿QUÉ PUEDEN
HACER LOS PADRES?. Explicaremos las distintas posibilidades
a través de los siguientes puntos:
1.
Hablar y escuchar. Aceptar lo que dice el niño
sin juzgarlo y animarle a hablar libremente para obtener
una visión global de los motivos de la queja.
2. Proporcionar directrices.
Si le preguntamos: ¿qué crees que debes
hacer?, ¿cómo puedes solucionar el problema?,
¿lo has discutido con tus amigos del colegio?,
etc., guiaremos al niño a la raíz del problema
y a que acepte la responsabilidad de resolver por sí
mismo el problema.
3. ¿Qué quieres que haga?.
Hay que conocer los deseos del niño ya que a veces
quieren quejarse pero no que los padres intervengan.
4. Consultar en el colegio.
Dependerá de la gravedad de la queja y de si el
niño ha pedido nuestra intervención. Si
la queja es seria y tiene fundamento hay que concertar
una cita con el profesor, el niño y los padres.
5. Investigar el problema.
La reunión no debe centrarse en adjudicar culpas
sino en investigar el problema.
6. Trazar un plan.
Ayudar al niño a averiguar lo que debe hacer en
la siguiente ocasión.
7. Preguntar. Hablar
con el niño de vez en cuando para saber cómo
van las cosas. Esta medida es preventiva y de esta forma
garantizamos estar debidamente informados lo que tranquiliza
a todos, tanto al niño como a los padres. |
Hasta
el momento hemos analizado la situación que se produce
cuando el niño se queja del colegio y qué pueden
hacer los padres. Es necesario también reflexionar
sobre la situación que se produce cuando EL
COLEGIO SE QUEJA DEL NIÑO. Se produce la queja
cuando la actuación o conducta del niño dificulta
el funcionamiento de otros alumnos o el niño no respeta
ciertas normas. Ante esta realidad los padres deben tomarse
en serio estas quejas:
El niño se resiste a la autoridad.
Maltrata a otros.
Muestra falta de respeto a los adultos.
Lleva objetos o sustancias prohibidas a las aulas.
Destruye propiedades del colegio.
Muestra incapacidad para dominar sus impulsos.
Como
sugerencias para solucionar estos problemas
tanto si se está de acuerdo con el colegio como si
no, podemos dar las siguientes:
Por
último, cabe hablar de otro tipo de conflictos que
nacen de las relaciones interpersonales y son aquellas situaciones
que se resumen en que EL PROFESOR Y EL NIÑO
NO SE LLEVAN BIEN. Generalmente los profesores sienten
un profundo cariño por sus alumnos y los niños
les recuerdan durante toda su vida. Pero existe la posibilidad
de que no se entiendan. Son varias las razones
que originan el conflicto:
La relación empezó mal.
Hay
"conflicto de caracteres".
Hay
postura punitiva del profesor injustamente.
El
profesor ha herido con sus palabras al niño.
El
niño se ha esforzado por adaptarse sin conseguirlo,
etc.
El
niño reta al profesor para llamar la atención.
Al
niño le cuesta vivir las normas de funcionamiento
del grupo-clase. |
Para resolver la situación hemos de tener en cuenta
a la apreciación de todas las partes implicadas, es
decir, el profesor y el niño. Los padres deberán
ser los defensores de la verdad de la situación, y
si es su hijo la causa principal del conflicto elaborar la
respuesta educativa correcta en colaboración con el
centro educativo. De igual manera colaborar con el centro
para introducir los cambios oportunos en el profesorado.
El primer paso es hablar con el profesor
y en segundo término con el tutor, jefe de estudios
e incluso el director. Esta reunión será entre
padres, profesor y tutor-jefe de estudios-director (depende
de la complicación del caso e implicación del
equipo directivo). Normalmente estas actuaciones nos llevarán
a feliz término pero si no fuera así, habría
que valorar otras opciones: Posibilidad de que pasara con
otro profesor, consultar con el Consejo Escolar...
Como resumen diremos que si cubrimos las
necesidades de la Educación Preescolar, Infantil y
Primaria estaremos ayudando a que nuestros hijos triunfen
en el colegio ya que ésta época es fundamental
en la vida escolar y a menudo no es atendida y valorada por
los padres. No olvidemos que el niño que necesita ayuda
en la Educación Secundaria quizá no recibiera
la guía paterna desde el principio y en esto consiste
la base de todo.
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