> fundamentos teóricos y aplicaciones prácticas

 

 

Estudio de la variación lingüística. El registro

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Contextualización

Ámbito de uso

Género textual

Partes temáticas y articulación

Resumen del contenido

Tema y Rema.

Progresión temática.

Estructura. Unidades del contenido

Caracterización del texto

Estudio de la variación lingüística. El registro.

Deixis personal y social

Deixis espacio-temporal

Procedimientos de modalización.

Procedimientos para marcar la cohesión: Mecanismos de referencia.

Procedimientos para marcar la cohesión: Conectores y marcadores del discurso.

Valoración personal

Explicación y opinión de las ideas expuestas.

El uso diferente y específico de la lengua según circunstancias, situaciones, grupos, ... da lugar a las variedades lingüísticas.

Podemos definir una variedad de lengua como el conjunto de elementos

   

lingüísticos caracterizados (rasgos fonéticos, morfosintácticos y léxicos) que se asocian con un tipo particular de relación geográfica, social o situacional. Basándonos en la distinción usada en sociolingüística diferenciamos:

  • Variedades según el usuario.
    • Distribución geográfica.
    • Distribución social.
  • Variedades según el uso.
    • Situación de uso

Veamos el siguiente cuadro:

Variedades geográficas o diatópicas
Características específicas que adopta una lengua en un lugar determinado.
Variedades sociales o diastráticas
Relacionadas con la distribución y estratificación social de los hablantes (edad, sexo, profesión, ...).
Variedades funcionales o diafásicas
Motivadas por la situación en la que se encuentra el hablante.

A pesar de que existen diferentes criterios para clasificar las modalidades sociales, en líneas generales reciben el nombre de niveles de lengua. Distinguimos cuatro niveles:

  1. Nivel culto. Utiliza el lenguaje con toda la expansión de sus posibilidades, cuidándolo en todos los planos. Este nivel funciona como modelo de corrección. Es el más estable y uniforme en el uso lingüístico.
    • Plano fonético-fonológico:
      • Utiliza procedimientos de enfatización.
      • No admite relajaciones.
      • No se comete ningún vulgarismo.
      • Guarda los matices de expresión fónica.
    • Plano morfosintático:
      • Rigor por medio de las construcciones sintácticas adecuadas.
      • Precisión y riqueza en el uso de tiempos verbales.
    • Plano léxico:
      • Vocabulario preciso.
      • Riqueza de unidades léxicas.
  2. Nivel medio. Se trata de un nivel formal que adapta las exigencias normativas del idioma, aunque es menos rígido que el nivel culto.
  3. Nivel popular / coloquial. Se caracteriza por la subjetividad del hablante, la economía de los medios lingüísticos y la apelación al oyente.
  4. Nivel vulgar. El rasgo que lo define es la alteración de las normas de la lengua. Son los llamados vulgarismos (dequeísmo, relajación de fonemas, términos apocopados, ...).

En esta sociedad donde existen al mismo tiempo unidades lingüísticas sociales y variedades lingüísticas geográficas, se hace necesaria la presencia de una variedad que tenga carácter de lengua común y a la que denominamos variedad estándar. Esta variedad representa el uso correcto de normas y hábitos seleccionados y aceptados por los propios hablantes.

El registro.

Las variedades relacionadas con las situaciones de uso son las llamadas variedades diafásicas. El uso individual que el hablante hace de su lengua puede tomar un registro u otro según las circunstancias. Cada hablante tiene la capacidad de cambiar su manera de hablar dependiendo del interlocutor, del contexto, ... Se dice que puede utilizar distintos registros. Los factores que inciden en la selección del registro son:

  1. El medio, modo o canal de expresión que utilicemos. En líneas generales es más espontáneo el uso oral que el escrito; es distinta la lengua de un artículo periodístico que la de un libro; ...
  2. El tema o materia sobre la que se trata. Por ejemplo, la exposición de un comentario poético o filosófico es muy distinta a la de las noticias deportivas.
  3. La atmósfera, es decir, el grado o tipo de relación entre el emisor y el receptor. El registro es más formal cuanta mayor distancia existe entre los interlocutores.
  4. El propósito. El hablante elabora un texto para conseguir una finalidad: orientar, informar, explicar, contar, ...

Al hablar sobre la intencionalidad del emisor podemos relacionar ésta con las funciones del lenguaje a las que dedicaremos especial atención. Según Jackobson diferenciamos las siguientes funciones del lenguaje:

Funciones del lenguaje
Intención comunicativa
Función emotiva o expresiva (emisor)
Inferir elementos de la subjetividad del hablante. Opinar,, expresar actitudes, emociones, ...
Función apelativa o conativa (receptor)
Influir en el oyente. Ordenar, aconsejar, ...
Función representativa o referencial (contexto-referente)
Comunicar contenidos objetivos. Informar, explicar, ...
Función fática (canal)
Iniciar, mantener o cerrar la comunicación.
Función metalingüística (código)
Emplea la lengua para hablar de ella misma.
Función poética (mensaje)
Atraer la atención sobre la forma lingüística.

 

En este apartado del comentario reflexionamos sobre el registro que utiliza el emisor y los factores que contribuyen a ello (medio, tema, propósito, ...).

Incluimos además el análisis de las funciones lingüísticas relacionándolas con la intención del emisor, aunque también podríamos reflexionar sobre ellas en el apartado de modalización.

El esquema siguiente sirve de síntesis a todo lo dicho anteriormente:

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