> fundamentos teóricos y aplicaciones prácticas

 

 

Análisis de la caracterización formal.

 

 

 

 

 

 

Actividades de aplicación

Análisis de la tipología textual

Análisis del contenido

Análisis de la caracterización formal

Textos comentados

Textos comentados.

 
Analiza los elementos deícticos que aparecen en el texto y justifícalos relacionándolos con la presencia del emisor y con las coordenadas espcacio-temporales del acto comunicativo.
   

TEXTO.

5º examen propuesto para las pruebas de 2003 (opción B)

Esta mañana han llegado a mi ordenador ocho mensajes electrónicos. Cuatro procedían de desconocidos, mensajes indeseados, y algunos indeseables, que he borrado sin leer. Los otros cuatro eran de amigos y conocidos que me ofrecían informaciones concretas, me planteaban demandas o respondían a solicitaciones mías. Hoy también el cartero ha dejado en casa un fajo de correspondencia postal, una buena parte comercial y administrativa, y la mayoría pura propaganda. Pero ninguna carta personal. De hecho hace semanas y quizá meses que no he recibido una carta, quiero decir un papel escrito un poco extenso con una firma al final.

La conclusión parece fácil de extraer. El mensaje electrónico está sustituyendo a la carta. Y con notable ventaja además, porque llega mucho más rápido y porque la respuesta puede ser inmediata. Y la combinación del mensaje e Internet abre posibilidades de comunicación inimaginables en otro tiempo. Entre los que he recibido hoy, uno procedía de la capital de la Manchuria, donde alguien había leído por Internet un artículo mío publicado el día anterior en un diario barcelonés y me hacía un comentario al respecto. (...)

La carta, en principio, tenía contenidos más amplios, informaba sobre la situación del escritor y de su entorno, exponía intenciones y sentimientos, era en definitiva más personal. De forma que a pesar de que era más lenta en llegar, una vez que llegaba, su presencia producía una mayor intimidad entre el escritor y el receptor, (...). Se podía leer, mejor devorar, de corrido y se podía esperar el momento más apropiado para leerla o para releerla, y se podía incluso guardarla como prenda que resistiría el paso del tiempo. En un rincón de algún cajón descansaban las cartas de los tiempos del noviazgo, las primeras cartas de los hijos, la correspondencia con un amigo que se fue al extranjero, las postales que mandaban amigos y conocidos cuando se iban de viaje..

Miquel Siguan,
El Periódico

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