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Asignación
de probabilidades. Regla de Laplace
La palabra probabilidad en matemáticas tiene un sentido distinto
al que tiene en la vida cotidiana. Por ejemplo, hacemos afirmaciones
del tipo: “probablemente va a llover”, cuando pensamos
que es muy posible que esto ocurra. Vamos a precisar aquí el
concepto matemático de probabilidad.
Imagina que de una baraja
española extraemos una carta y consideramos
el suceso = “obtener
una copa”. Si la carta ha sido elegida al azar, podemos pensar
que las posibilidades de que el suceso se verifique son de un 25%
o, dicho de otra forma,
de que a la larga el suceso se produzca una de cada cuatro veces.
Precisando más, podemos definir la probabilidad del suceso
como:
Esta regla para el cálculo
de probabilidades fue enunciada por Laplace, aunque
en una forma un poco diferente: si llamamos casos posibles al número
de elementos de y
casos favorables al de ,
entonces:
La
utilización de esta fórmula, junto con los llamados
diagramas
de árbol, nos
va a resultar muy útil para calcular probabilidades.
Sin embargo, tiene el inconveniente de que en muchas ocasiones
no
se puede
aplicar.
Sólo podremos
utilizarla cuendo el espacio muestral tiene un número
finito de elementos (¿por
qué?) y cuando antes de realizar el experimento estamos
seguros
(basándonos en experiencias anteriores o incluso en el sentido común)
de que los sucesos elementales tienen todos las mismas “posibilidades” de
verificarse.
Utiliza la escena
que aparece arriba para construir el espacio muestral asociado
al experimento consistente en lanzar tres monedas y calcula
la probabilidad del suceso ="obtener
2 caras". (Usa
el ratón
para mover las monedas)