A la muerte de Gerolamo Cardano (1501-1576) se encontró, entre sus manuscritos, el titulado Liber de Ludo Alae (Libro de los juegos de azar) la primera obra dedicada íntegramente a la probabilidad. Fue publicada en 1663. En esta obra Cardano incluye, junto con capítulos dedicados a consideraciones morales sobre el juego y anécdotas provinientes de su propia experiencia como jugador, una descripción detallada de los espacios muestrales correspondientes al lanzamiento de 1, 2 o 3 dados.
Asimismo presenta una primera aproximación al concepto de probabilidad en términos de proporciones.

La obra de Cardano Liber de Ludo Aleae comienza con una especie de autobiografía en la que mezcla anécdotas y trucos de jugador de dados, junto con consejos moralizantes sobre el peligro de los juegos de azar. Junto a afirmaciones como: los jugadores como los ladrones son viles pues están sórdidamente inclinados al lucro,… aparecen métodos para saber cuando un dado está adulterado o recomendaciones como: si estás decidido a jugar grandes cantidades, juega con alguien que no sea más hábil ni más afortunado que tú.

Galileo Galilei


Galileo Galilei
(1564-1642) establece la noción de probabilidad de un evento A como la proporción de resultados favorables a A respecto al número total de resultados posibles; y relaciona problemas combinatorios y juegos de azar.
Un problema conocido es el planteado a Galileo por el Príncipe de Toscana, muy aficionado al juego de los dados, ¿por qué al tirar tres dados y sumar sus resultados era más frecuente obtener 10 puntos que 9, a pesar de que en ambos casos hay seis formas distintas de obtener dichas sumas?

10 = 6+3+1 = 6+2+2 = 5+4+1= 5+3+2 = 4+4+2 = 4+3+3 y 9= 6+2+1 = 5+3+1 = 5+2+2 = 4+4+1 = 4+3+2 = 3+3+3.

Galileo demostró, usando técnicas matemáticas que realmente los dos resultados no eran igualmente probables. La solución del mismo la recogió en el libro Consideraciones sobre el juego de los dados, publicado en 1718, muchos años después de la
muerte de su autor.