Fue Jacques Bernoulli (1656-1705) el primero en discutir la idea de que la probabilidad se calcule a priori, a partir de las simetrías del dispositivo que se utiliza en el experimento aleatorio, y que ésta se determine a posteriori después de observar el resultado de un gran número de experiencias. En su tratado Ars Conjectandi de 1713, justificó la identificación de probabilidad y frecuencia mediante su Ley de los grandes números.

El reverendo Thomas Bayes (1702-1761), matemático inglés, dedicó su vida al estudio de las causas de los hechos.
Este estudio, casi teológico, dedicado a demostrar la existencia de un creador, a la búsqueda de una Causa fundamental de las cosas, motivó un trabajo publicado en 1763 sobre la probabilidad de las causas posibles a partir de acontecimientos observados, es decir, sobre la probabilidad condicionada. Su conocida fórmula obtiene, conocidos los efectos de una familia de causas y el efecto final, la probabilidad de que se haya dado una concreta entre esas causas.
Thomas Bayes

El uso en la Ciencia del teorema de Bayes es frecuente, ya que permite cuantificar la probabilidad de una hipótesis en vista de la evidencia. Es sabido que, en caso de que la evidencia sea confirmatoria, el apoyo que le presta a la hipótesis propuesta cuando dicha evidencia es considerada probable es muy pequeño; en cambio, ese apoyo es muy fuerte cuando la evidencia es poco probable.