Tras calmar la sublevación jonia las fuerzas persas cruzaron el Egeo con destino a Eretria, donde incendiaron la ciudad y esclavizaron a su población en 492 a. C. Este acontecimiento dió inicio a la Primera Guerra Médica.

Posteriormente, se destinaron a Maratón donde tuvo lugar una de las batallas más famosas de la Antigüedad. En Maratón los atenienses, pese a su inferioridad numérica, lograron una victoria inesperada en el 490 a. C. Así el rey Darío I decidió regresar a tierras persas con su ejército. Esta batalla puso fin a la Primera Guerra Médica.

Sin embargo, esta paz momentánea finalizará en el 480 a. C., cuando Jerjes I, tras la muerte de su padre el rey Darío I, intentará de nuevo una segunda invasión a Grecia, dando lugar a la llamada Segunda Guerra Médica.

Esta vez el grueso de las tropas persas avanzaron por Tarcia, es decir, por el norte de Grecia, en lugar de buscar un desembarco marítimo como en la Primera Guerra Médica.

Las polis griegas se unieron frente al invasor extranjero. La Liga Helénica fue la unidad más grande de polis griegas que contó con 31 de ellas, lideradas por Esparta. Las batallas se fueron sucediendo, como la conocida batalla de las Termópilas por tierra o la naval cerca del cabo Artemisio, y en ninguna se decantaba la balanza para uno u otro. Pero las fuerzas persas, menos disciplinadas, iban acusando el cansancio. En el 478 a. C. tuvo lugar la batalla definitiva en Platea, que declinó la balanza en favor de la Liga Helénica. La primera unión de polis griega había dado sus frutos.

Las consecuencias de las Guerras Médicas fueron muy importantes:

• La creación del sentimiento de unidad entre todas las polis griegas, que hasta ese momento no había tenido lugar, sino todo lo contrario. Pese a compartir, lengua, mismos dioses y costumbres, fue un enemigo foráneo quien finalmente propició el sentimiento de unidad entre las polis.
  Los griegos, además, habían logrado hacer retroceder a un imperio que era más poderoso que ellos y que contaba sus batallas por victorias. Esta heroicidad todavía hoy sorprende a historiadores y curiosos que analizan la historia antigua.
• La hegemonía de Atenas. Una polis que no había tenido mucha repercusión en la Grecia arcaica, como era Atenas, había salido muy reforzada de estos conflictos y se convirtió en una de las polis más importantes del momento, rivalizando, a partir de ese momento y hasta finales del siglo VII a. C., con Esparta por el dominio y liderazgo del Peloponeso.