Una agricultura de subsistencia

La vida de los campesinos se regía por el calendario agrícola, que estaba en función de las estaciones del año. Por tanto, estas marcaban las épocas de siembra y recolección de los diferentes cultivos.
Los trabajos del campo solían emplear a toda la familia durante casi todo el día. Algunas de las tareas eran: labrar, sembrar, talar, podar, recoger los frutos, vendimiar, cuidar la huerta...
Las técnicas eran rudimentarias y, por consiguiente, los rendimientos bajos. Esto explica, en gran medida, el autoconsumo, propio de la agricultura de subsistencia.