Causas y consecuencias de la Revolución Industrial
El término Revolución Industrial es generalmente aceptado en lo que se refiere a la Inglaterra del siglo XVIII, siendo utilizado el término industrialización para aquellos países que van pasando de una etapa eminentemente agraria a otra industrial. La diferencia entre ambos términos radica en que el primero se emplea para aquellos procesos y países que fueron pioneros en las nuevas técnicas industriales, mientras que el segundo se ha de usar para los que han modificado sus estructuras agrarias y se han industrializado, pero sin unas técnicas originales propias.
La Revolución Industrial fue el paso de una economía agraria a otra industrializada, que se caracterizaba por el predominio de la producción de bienes manufacturados y por el crecimiento sostenido de la producción. Consolidó un nuevo sistema de producción, el capitalismo, basado en el liberalismo económico. Es importante el cambio de la sociedad, que pasa a estar estructurada en clases sociales, destacando la burguesía y el proletariado.
Causas de la Revolución Industrial
1. La revolución agrícola consistió en una serie de transformaciones que permitieron el aumento de la producción de alimentos y materias primas, que ayudaron a la supervivencia de la población. Las tres innovaciones agrarias más importantes fueron:
- Los cambios en los sistemas de cultivo: la difusión de la rotación de cultivos (sistema Norfolk) combinaba la siembra de cereales con plantas forrajeras, permitiendo suprimir el barbecho. Nabos, tréboles y alfalfa ayudaron a fijar el nitrógeno al suelo, aumentaron el forraje e incrementó también la cabaña ganadera. Además, el estiércol mejoró la fertilidad del suelo.
- Introducción de nuevas máquinas: esto permitió la incorporación de nuevos métodos de siembra con la sembradora Jethro Tull, nuevas herramientas, nuevos cultivos (procedentes de América como el maíz, la patata, el tomate…) y nuevos fertilizantes (el guano).
- Nueva estructura de la propiedad: se llevaron a cabo cercamientos de las tierras comunales (openfields), lo que conllevó su privatización mediante leyes de cercamiento (Enclosure Acts). La subida del precio de los cereales estimuló a los grandes propietarios para incrementar sus beneficios, pero también provocó una concentración de la propiedad, perjudicando a los pequeños propietarios y campesinos que perdieron su derecho a usar las tierras comunales y tuvieron que convertirse en jornaleros a cambio de un salario.

2. Un crecimiento demográfico motivado por el aumento de la oferta de alimentos, desapareciendo las grandes hambrunas y con una población, mejor alimentada, con resistencia ante las enfermedades. Como se ha podido ver en los temas de demografía, el paso de un régimen demográfico antiguo a uno nuevo vino motivado por la alta natalidad y la baja mortalidad, así como el aumento de la esperanza de vida.
3. La revolución política. Durante el siglo XVII, en Inglaterra se fue preparando la Monarquía Parlamentaria (la Gloriosa, 1688). El avance político consistió en que los nobles y los burgueses tomaban decisiones políticas y económicas; además, no eran reacios a nuevos negocios y nuevas tecnologías como en otros países europeos, donde la burguesía no ostentaba el poder político y los nobles estaban acomodados y sin interés por invertir y aumentar beneficios.
4. La revolución de los transportes. El Reino Unido controlaba amplias rutas marítimas con América, a pesar de independencia de Estados Unidos, y hacia el este (India y Australia). Desde el siglo XVIII, se irán mejorando los caminos y canales; además, gracias a la máquina de vapor (Watt, 1776), se llegará a un mayor avance en la industria y transportes:
- La llegada del ferrocarril (Stephenson y la Rocket, 1829) permite más carga, más rapidez, mayor seguridad y menor coste. La primera línea fue Liverpool-Manchester en 1830 y en España la de Barcelona-Mataró en 1848.
- Robert Fulton, en 1807, crea el primer barco de vapor, Clermont.

Desde mediados del siglo XIX habrá un boom constructor para mejorar todos los ámbitos de la vida, motivado por los ahorros existentes, las ganas de inversión y la pérdida del miedo a iniciativas empresariales de muchos “ciudadanos”.
5. La revolución financiera y comercial. En un contexto de total libertad económica, influido por las nuevas ideas de Adam Smith y David Ricardo, se permitió una iniciativa privada fomentando la competitividad y un proceso de acumulación de capital que luego revertía en mejoras e innovaciones.
En Gran Bretaña se prefirió el librecambio, es decir, la no intervención estatal en el comercio internacional, dependiendo exclusivamente de la competitividad de las empresas. Los productos británicos eran de mayor calidad y/o a menor precio; por eso, el resto de países europeos preferían el proteccionismo para evitar la competencia británica y fomentar el crecimiento de la propia industria. Así, defendían la imposición de aranceles a la entrada de productos extranjeros con el objetivo de encarecerlos para que no sea rentable su importación.

Consecuencias de la Revolución Industrial
Está claro que la Revolución Industrial supuso importantes transformaciones, de las cuales todavía hoy somos herederos, como el surgimiento del capitalismo, el éxito de la burguesía y el nacimiento del proletariado.
Los cambios urbanos en ciudades, la reestructuración de las sociedad, los avances técnicos y el asentamiento de ciertas ideas políticas fueron las principales consecuencias de este proceso histórico. Además, la distribución de las áreas geográficas tradicionalmente potentes en el sector secundario hunden sus raíces en este proceso que fue de gran importancia en Europa y Estados Unidos.
