La Marcha sobre Roma y la Italia fascista
En octubre de 1922, la situación de inestabilidad llevó al Partido Socialista a organizar una gran huelga general. Como respuesta, Mussolini convocó a sus camisas negras (nombre que recibían los fascistas) y se dirigió hacia la capital italiana, Roma. Una vez allí, en lugar de enviar al ejército a detenerlos, el rey Víctor Manuel III encargó a Mussolini la formación de un nuevo gobierno. Este episodio es conocido como la "Marcha sobre Roma".

Al principio, Mussolini pareció gobernar de acuerdo con las reglas del sistema democrático. Sin embargo, a partir de 1925 comenzó a dar pasos para convertir Italia en un Estado totalitario. En primer lugar, prohibió los partidos y sindicatos, a excepción del Partido Fascista Italiano. En segundo término, se puso fin a las libertades civiles de reunión, asociación y prensa. Por último, se persiguió a toda la oposición política. El caso más famoso fue el asesinato del líder socialista Giacomo Matteotti en 1924, después de que este denunciara los abusos de Mussolini y los suyos. Finalmente, en 1926 Mussolini adquirió la capacidad de legislar sin el permiso del parlamento, lo que le convertía en dictador de pleno derecho.

Para perseguir a todo lo que fuese considerado antifascista, en 1927 se creó una policía política llamada OVRA (Organizzazione per la Vigilanza e la Repressione dell'Antifascismo). Esta policía no era única del régimen fascista italiano, también la encontramos en la Unión Soviética (NKVD) y la Alemania nazi (Gestapo).
A nivel económico, el fascismo era corporativista e intervencionista. También se propuso acabar con la lucha de clases marxista y con el individualismo capitalista. Como tercera vía, proponía que la sociedad colaborase con el Estado en la búsqueda del beneficio nacional, que estaba por encima del individual.