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La trinchera y la retaguardia

La vida en las trincheras

"No es sino por simple azar que el soldado conserva la vida. Y cada soldado cree y confía en el azar" 

Erich M. Remarque, de su obra Sin Novedad en el Frente.

En estrecho contacto con los hunos, bombardeamos el sacacorchos, etc." Dos soldados estadounidenses corren junto a los restos de dos soldados alemanes hacia un búnker. Imagen fija de La batalla del Somme que muestra a un soldado herido siendo transportado a través de una trinchera. El marco del título adjunto decía: Tommies británicos rescatando a un camarada bajo fuego de granadas. (Este hombre murió 30 minutos después de llegar a las trincheras).
Wikimedia Commons. Trincheras y armas de la Primera Guerra Mundial (CC BY-SA)

Pregunta Guía

¿Cómo vivieron y murieron los soldados de la Gran Guerra?

La estabilización del frente en los primeros meses del conflicto llevó a los ejércitos en liza a tratar de reforzar sus posiciones. Los zapadores se pusieron manos a la obra y comenzaron a cavar trincheras, construir precarios refugios enterrados, llenarlos de sacos terreros y alambre de espino. Colocaron nuevas armas preparadas para recibir al enemigo, al tiempo que trajeron artillería pesada y semipesada para castigar a distancia las posiciones del enemigo. Y se ordenó a miles y miles de hombres de ambos bandos que se agazaparan en esos agujeros insalubres y esperaran ordenes.

Y así pasaron meses entre órdenes, ataques y contraataques, gas mostaza, obuses y bombardeos casi continuos, sin poder levantar la cabeza, agazapados como animales.

Pero aunque parezca mentira, lo peor no era todo esto. Lo que hacía insufrible la vida en la trinchera eran la nieve, la lluvia, el frío, la humedad, la falta de higiene y de alimentos adecuados, la presencia insoportable de enormes ratas que devoraban el pan de todos y piojos que no te dejaban descansar con sus constantes picaduras. También la dificultaba el tener enterrado en barro los pies durante todo el día, cosa que provocaba los pies de trinchera y otras patologías propias del frío y la humedad.

Soldados rusos en una trinchera
pxfuel.com. Soldados rusos en una trinchera (Pxfuel license)

Si eras soldado y abandonabas la lucha, eras un traidor a la patria y se te castigaba con la muerte; si te lanzabas al ataque, tenías muchas posibilidades de morir. Si no te movías, te consumías poco a poco devorado por ratas y piojos. Y en el hipotético caso que logaras sobrevivir a todo esto, vivías entre hambre, la muerte de amigos y compañeros, las órdenes , las acciones bélicas precipitadas o poco efectivas, y sobre todo, la melancolía y añoranza del hogar. Como consecuencia, el espíritu inicial de entusiasmo de los soldados por la defensa de la patria se fue diluyendo dando paso a la incomprensión y, en ocasiones, a la locura.

Por lo demás, las nuevas armas que se introdujeron en este conflicto fueron:

  • Los primeros tanques, poco ágiles y efectivos pero que impresionaban y en ocasiones sorprendían al enemigo con su versatilidad.
  • Los aviones biplanos que servían para labores de reconocimiento, espionaje y puntualmente de un ataque sorpresivo. Destacan varios héroes aviadores como el alemán Von Richthofen, conocido como el Barón Rojo, o el francés Roland Garros, que hoy en día le da nombre a un famoso torneo de tenis.
    Réplica del avión biplano rojo de Von Richtofen
    Wikimedia Commons/ Oliver Thiele. Réplica del Fokker Dr.I, famoso triplano utilizado por Manfred von Richthofen. (CC BY)
  • Los ataques con gas nervioso que obligaban a incorporar al equipo del soldado la máscara anti gas. 
  • La ametralladora, sin duda, el arma más mortífera de este conflicto, capaz de escupir un enorme número de balas por segundo, mortales en los avances a campo abierto. 
  • El temido lanzallamas Livens, capaz de enviar una tormenta de fuego a más de 40 metros de distancia, letal en una trinchera o en un refugio.
  • Las granadas y bombas de mano, los fusiles y sus respectivas bayonetas, los morteros y otras armas más pequeñas de uso individual.

Granadas alemanas de la primera guerra mundial
Wikimedia Commons/ Halibutt. MWP Stielhandgranate (granada alemana de la Gran Guerra) (CC BY-SA)

Cartas desde el frente

Duración:
50 minutos
Trinchera alemana ocupada por soldados británicos
Wikimedia Commons/ John Warwick Brooke. Trinchera de la batalla del Somme (Dominio público)

Vamos a empatizar con un soldado de la Primera Guerra Mundial. Lleva muchos meses enterrado en una trinchera, martirizado por las ratas, los piojos, atemorizado por las explosiones continuas y los ataques recibidos, mal alimentado, aterido de frío, viendo cómo mueren sus compañeros y amigos, escuchando los gritos de dolor de los heridos... Pero, sobre todo, melancólico, echando de menos su vida en su país, a sus familia, novia o amigos. La única posibilidad de mantener el contacto es a través del correo postal que, a duras penas, funciona entre la trinchera y la retaguardia. 

Las cartas de los soldados que protagonizaron la Gran Guerra son un documento de vital importancia histórica que podemos consultar en investigar en diversos archivos virtuales como, por ejemplo, en la página web Europeana, donde podrás ayudar a transcribir algunas de las cartas reales, o algunas cartas  para que las puedas ver.

Una postal navideña que muestra a dos soldados en una trinchera, uno escribiendo una carta.
Wikimedia Commons/ Archivos y manuscritos RAMC. Saludos de Navidad 7ma División 1917 (CC BY-SA)

Ahora, vas a asumir la identidad de un combatiente de la Primera Guerra Mundial y vas a escribir una breve carta a casa contando cómo lo estás viviendo, cuáles son las condiciones de la trinchera, qué te pasa por la cabeza, a quién echas de menos... Los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Elige un bando en el que luchar y una batalla. Después, debes indicar la fecha y el lugar cuando redactes la carta.
  2. Investiga sobre cómo fue la batalla elegida y las condiciones de las trincheras que allí había. 
  3. Redacta la carta. Te aconsejo que escribas mínimo una cara de folio, comiences con la fecha y el lugar desde donde la mandas y trates de contar y resumir cómo es tu vida en el frente.
  4. Puedes envejecer la carta para que parezca que es antigua. Lo puedes hacer tratando el papel con café, colorante alimentario, un poco de tierra y barro, ketchup que simule un poco de sangre, requemar un poco los bordes, hacer un agujero simulando que es una bala...  Hay mucho tutoriales en Internet. Búscalos y elige la forma que más te guste. 
  5. Léela en voz alta ante tus compañeros o entrégasela al profesor. También puedes hacer un pequeño vídeo en el que leas la carta mientras reproduces imágenes originales de la guerra. Dale rienda suelta a tu creatividad y a tu imaginación pero siendo correcto con los datos y las condiciones estudiadas.

En la página web de la BBC tienes algunos ejemplos de cartas reales de soldados ingleses que te pueden ayudar en la tarea. Y en el enlace al blog didáctico The Trench PJO tienes ejemplos y más instrucciones sobre la tarea.

Cartas y sobres envejecidos realizados por alumnos/as
Txema Gil. Cartas desde el frente de la Gran Guerra realizadas por estudiantes (CC BY-NC-SA)

Escucha, investiga y reflexiona.

Este vídeo está inspirado en un hecho que sucedió el 24 de diciembre de 1914 en el frente de Ypres (Bélgica). Se llama la Tregua de Navidad. Visualiza el vídeo y la canción y, después, investiga en Internet qué pasó para poder contestar a las siguientes cuestiones:

  1. ¿Qué sucedió exactamente aquel día? ¿Se alargó en el tiempo o fue algo puntual?
  2. ¿Crees que el espíritu navideño es tan potente hoy en día? Razona tu respuesta.
  3. ¿Crees posible que un hecho así se podría volver a producir en cualquiera de los conflictos actuales? Busca y explica algún ejemplo similar sobre treguas curiosas que se hayan producido en otros conflictos armados y compáralas.
Soldados británicos y alemanes en la Tierra de Nadie durante la tregua no oficial (Tropas Británicas Húsares de Northumberland, 7.a División, Sector Bridoux–Rouge Banc)
Wikimedia Commons/ Robson Harold B. Tregua de Navidad de 1914 (Dominio público)

La vida en la retaguardia

Pregunta Guía

¿Cómo vivieron los ciudadanos no combatientes el conflicto?

No solo las penurias se producían en el frente. En la retaguardia las cosas tampoco eran nada fáciles:

  • La economía de guerra tuvo que reconvertir la industria y dedicar un gran número de recursos al esfuerzo derivado de la guerra. Esta situación hizo que empezaran a escasear productos de primera necesidad entre la población civil obligando a establecer cartillas de racionamiento y los bloqueos marítimos derivados de la propia guerra provocaron la escasez de materias primas.

Propaganda de guerra (Primera Guerra Mundial), que muestra los problemas financieros de los gobiernos.
Wikimedia Commons/ Gobierno del Reino Unido. Silver into bullets (Dominio público)
  • Los gobiernos de concentración nacional agruparon a todas las opciones políticas para tratar de responder con unidad a la amenaza militar que se venía encima. Lo importante era vencer o al menos no sucumbir. Tiempo habría después de la guerra para las disputas ideológicas. Además, los gobiernos usaron abundante propaganda para concienciar y convencer a la opinión pública de que participara en el conflicto por el bien del país. 

Inglaterra espera que cada hombre cumpla con su deber
Wikimedia Commons/ Catálogo de la Biblioteca del Congreso. Inglaterra espera que cada hombre cumpla con su deber (Dominio público)

El papel de las mujeres en la retaguardia fue esencial. Los hombres eran destinados al frente, dejando vacantes puestos de trabajo industriales estratégicos y necesarios que se debían reponer. Fueron las mujeres las que asumieron esa responsabilidad. Ahora eran más fuertes, más independientes y más autónomas. Esto se demostró en la moda, con vestidos cortos y más ligeros; también en las costumbres, menos estrictas. Las mujeres empezaron a opinar, conducir, fumar en público, acudir solas a bares y restaurantes... Por fin, podían reivindicar el papel protagonista que durante años la Historia había reservado para los hombres. Exigieron más derechos y libertades. Elmás importante de ellos lo protagonizaron las mujeres inglesas con el movimiento sufragista, en el que demandaban el derecho a voto que se les negaba desde siempre. Fue un movimiento que arrancó tiempo atrás, pero que las circunstancias impulsaron con potencia.

Mujeres trabajando en una fábrica de máscaras de gas en Ginebra, Suiza
Wikimedia Commons/ Swiss Federal Archives. Mujeres trabajando en una fábrica de máscaras de gas en Ginebra, Suiza (Dominio público)

¿Y en España qué?

Duración:
20
Un parroquiano neutral. —Va usted a traerme un tercio de alemana y un bocadillo de pan francés... ¡Ah! Si hay ensalada rusa sírvame una ración»
Wikimedia Commons/ El Imparcial. Manuel Tovar. Un parroquiano imparcial (Dominio público)

¿Qué papel jugó España en la Gran Guerra?

Nuestro país, en el que reinaba Alfonso XIII, fue oficialmente neutral durante la Gran Guerra, como declaró el presidente del gobierno E. Dato el 7 de agosto de 1914: «tengo el deber de ordenar la más estricta neutralidad a los súbditos españoles con arreglo a las leyes vigentes y a los principios del derecho público internacional».

Pero a pesar de no tener entidad económica ni militar significativa ni criterios de peso para entrar en favor de uno u otro bando, su opinión pública estaba dividida entre los germanófilos y los aliadófilos.

El rey Alfonso XIII puso en marcha una oficina Pro Cautivos que se preocupaba por los prisioneros de la guerra.

La tarea consiste en investigar y hacer un pequeño informe basado en estas tres preguntas:

  1. ¿Qué fue la oficina Pro Cautivos?
  2. ¿A qué se dedicaba y cuáles fueron sus acciones más significativas?
  3. ¿Qué consecuencias tuvo para España su neutralidad en la Gran Guerra?
Alfonso XIII de visita en París en 1913, un año antes del inicio de la Primera Guerra Mundial. Sentado a su lado el presidente de la Tercera República francesa Raymond Poincaré.
Wikimedia Commons/ Basilio. Alfonso XIII de España visita Francia en 1913 (CC BY-SA)