Carlos III (1759-1788)
Carlos III sucede a su hermanastro Felipe VI como rey. Con él España se integra en Europa, participando activamente en la política del continente.
Al igual que su hermanastro, en una primera etapa de su reinado cuenta con ministros traídos de fuera: Esquilache y Grimaldi. A pesar de poner en marcha proyectos por mejorar el reino, la pobreza y el hambre seguían haciendo estragos, lo que ocasionó hechos como el motín de Esquilache. En una segunda etapa, el monarca se rodeará de ministros españoles: Floridablanca, Aranda y Campomanes que llevaron a cabo reformas más moderadas.
A este monarca se le conoce como «el mejor alcalde de Madrid» por todas las obras y monumentos que realizó en la capital (Puerta del Alcalá, Museo del Prado o el Jardín Botánico), también se conoce a Carlos III como máximo representante del despotismo ilustrado.