Alfonso XIII
El reinado de Alfonso XIII fue atípico desde su nacimiento, pues al haber fallecido su padre meses antes, fue proclamado rey de España desde su nacimiento. Debido a su corta edad, fue su madre la reina viuda Maria Cristina la encargada de tomar las riendas del reino hasta la mayoría de edad de su hijo. El reinado de este rey se puede dividir en tres etapas principales:
Regencia de Maria Cristina (1885-1902)
La reina Maria Cristina en pocos meses vio como fallecía su marido y nacía su hijo Alfonso, heredero de la corona. Era inexperta en cuestiones de gobierno, pero supo rodearse de figuras políticas importantes de la época, como los políticos Cánovas y Sagasta. Quiso evitar inestabilidad en el gobierno, para ello se acordó una alternancia política entre liberales y conservadores. Su papel durante los años de regencia fue muy importante, se acercó más al pueblo y realizó viajes por todo el país.
Durante el periodo de regencia España perdió sus últimas colonias, Cuba, Puerto Rico y Filipinas. A pesar de este traspiés internacional, trabajó para que a la subida al trono de su hijo, este encontrara un país lo más estable posible.
Alfonso XIII (1902-1931)
Alfonso XIII subió al trono con dieciséis años de edad en 1902, heredando una situación política estable, a pesar de la pérdida de las últimas colonias.
Durante su reinado España sufrió grandes conflictos políticos y sociales. Entre ellos cabe destacar la guerra en Marruecos, las numerosas huelgas convocadas por los sindicatos para lograr mejorar en las condiciones de trabajo y los nacionalismos emergentes en Cataluña, País Vasco y Galicia.
España no participó en la I Guerra Mundial, y su neutralidad abrió mercados favoreciendo el crecimiento económico y la agitación social. La crisis de 1917 y las huelgas revolucionarias aumentaron la inestabilidad política que junto a los fracasos militares en Marruecos y los problemas regionales, terminaron por llevar al país a una situación muy complicada. En 1923 Miguel Primo de Rivera dio un golpe militar.
Dictadura Primo de Rivera (1923-1930)
La crisis política y las consecuencias del desastre de la guerra con Marruecos propiciaron el golpe de estado del general Primo de Rivera en 1923. Esta dictadura militar asumía todos los poderes del Estado, suspendió la Constitución, prohibió los partidos políticos y limitó los derechos de los ciudadanos. Alfonso XIII apoyo a Primo de Rivera y dejó el gobierno en sus manos.
En una primera etapa de la dictadura se logró la vitoria en la contienda con Marruecos y se realizaron numerosas obras públicas, pero la población no estaba contenta con las limitaciones de derechos y libertades oponiéndose a su gobierno. Como consecuencia Primo de Rivera dejó el poder, el rey convocó elecciones y el 12 de abril de 1931 se celebraron elecciones municipales, ganando los partidarios de la República. Ante esta situación lo único que le quedó por hacer a Alfonso XIII es renunciar al trono y abandonó España camino del exilio a Italia donde permaneció hasta 1941, año de su muerte.