Los ríos se definen como corrientes continuas de agua y son imprescindibles para la vida ya que son caminos de vida por donde fluyen el agua, la fauna y las personas. Sus principales características están determinadas por el clima y el relieve.
Una vez estudiado el relieve en este mismo apartado, seria útil que miraras un mapa con los climas de España para comprender sus características y su relación con los ríos.
Los aspectos más importantes de los ríos son: el caudal, la regularidad, la longitud y la velocidad. Todo ello determina su aprovechamiento por parte de las personas para navegar, transportar, regar, obtener electricidad, etc.:
- El caudal es la cantidad de agua que transporta un río y depende básicamente de las lluvias. Así, en zonas de clima lluvioso o con abundantes nevadas, como la Cordillera Cantábrica o los Pirineos, los ríos serán caudalosos mientras que los mediterráneos, a excepción del Ebro, que recoge la mayoría de su agua de los Pirineos, serán poco caudalosos.
- La regularidad se refiere a las variaciones estacionales del caudal de los ríos. Así, los ríos de zonas con clima mediterráneo sufrirán bajadas de caudal en verano (estiaje), mientras que los del norte serán más regulares.
- La longitud será la distancia que recorre el río desde el nacimiento hasta la desembocadura medida en kilómetros y depende del punto de origen de sus aguas. Los ríos que mueren en el Atlántico son los más largos, mientras que los que nacen en la Cordillera Cantábrica y van a parar al mar del mismo nombre son los mas cortos de todos.
- La velocidad es la relación entre el tiempo y la distancia que recorre el agua. A más velocidad mayor capacidad de erosión, como en las zonas montañosas, y a menor velocidad más sedimentación de materiales, como en las planas litorales, formadas por los depósitos de los ríos. La velocidad depende de la inclinación del terreno y es mayor en las montañas. Los ríos más rápidos son los cantábricos y mediterráneos (a excepción del Ebro) por lo corto e inclinado de su recorrido. Mientras, los grandes cauces atlánticos (Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir) son lentos al atravesar la gran llanura de la meseta.
Para ordenar y estudiar los ríos españoles los distribuimos por vertientes según el mar en que desembocan.
La vertiente cantábrica
Son los ríos que comprendidos entre la Punta de Estaca de Bares y el río Bidasoa en el Golfo de Vizcaya. Los principales son el Eo, Navia, Narcea-Nalón, Sella, Nervión y Bidasoa. Nacen en la Cordillera Cantábrica y tienen en común ser ríos cortos, regulares, caudalosos y rápidos, de manera que, si no fuera por la abundante vegetación de la zona, provocarían graves problemas de erosión del terreno.
La vertiente atlántica
Son los ríos que desembocan en el océano Atlántico, entre Estaca de Bares y el Estrecho de Gibraltar. Son los cursos fluviales más largos y caudalosos de la península, asimismo son lentos y tienen en común el desembocar al mar en Portugal (Duero y Tajo) o en la frontera (Miño y Guadiana), donde son navegables. El único de los grandes ríos atlánticos que transcurre íntegramente por el estado español es el Guadalquivir, único gran río español navegable pero solo hasta la ciudad de Sevilla.
A pesar recorrer una zona de clima mediterráneo continentalizado en la meseta, son ríos muy caudalosos porque nacen en altas montañas donde suele nevar (Ibérico y Béticas) y porque recogen gran cantidad de afluyentes que viene de la Cordillera Cantábrica y del Sistema central.
La vertiente mediterránea
Son todos los ríos comprendidos entre el Estrecho de Gibraltar y el Cabo de Creus y desembocan en el mar Mediterráneo. Excepto el río Ebro comparten una serie de características comunes.
Participan de un clima editerráneo, por lo que son poco caudalosos e irregulares, con fuertes estiajes en verano y grandes crecidas en otoño o primavera. Por otra parte, son de curso corto y rápido, ya que nacen en montañas muy próximas a la mar como las Béticas, el Sistema Ibérico y las cordilleras litorales catalanas. También tienen en común la gran capacidad erosiva por su torrencialidad y el hecho de ser ríos muy sobreexplotados, ya que el litoral mediterráneo es una zona muy poblada y con abundantes regadíos y actividades turísticas y residenciales que consumen gran cantidad de agua. Toda esta actividad humana necesita una gran cantidad de infraestructuras, como la construcción de pantanos, canales y acequias.
Los principales ríos de esta vertiente son el Guadiaro, Almazora, Segura, Júcar, Turia, Ebro, Llobregat y Ter.
El río Ebro, en contraposición, tiene características totalmente diferentes al resto de los ríos mediterráneos al ser caudaloso, lento y de largo recorrido. Esto es debido a que nace en la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, lejos del Mediterráneo, al tiempo que casi todo su cauce transcurre por una llanura denominada Depresión del Ebro. Recibe las aguas de los ríos que bajan del Pirineo, como el Arga, Aragón o Segre, junto con algún afluente menor del Sistema Ibérico como el río Guadalope.