De Teherán a Postdam, pasando por Yalta
Después de la Capitulación de Japón el 2 de septiembre de 1945, la Segunda Guerra Mundial había concluído. Sin embargo, los aliados celebraron varias conferencias previamente para coordinar sus actuaciones militares y definir el nuevo mapa europeo. Los posteriormente llamados "tres grandes", a saber, Roosevelt (por Estados Unidos), Churchill (por el Imperio Británico) y Stalin (por la Unión Soviética), se reunieron hasta en tres ocasiones al más alto nivel para acordar una paz y concordia mutua.
El primero de estos encuentros tuvo lugar en Teherán en 1943, entre los días 28 de noviembre y 1 de diciembre. Acto seguido, la Conferencia de Yalta (Crimea), la más célebre de todas, se produjo ya durante los últimos embates del conflicto, concretamente del 4 al 11 de febrero de 1945. En ésta se acordó que Alemania fuera dividida en cuatro zonas de ocupación y también se abordó el tema de las reparaciones de guerra.
Finalmente, en Postdam (Alemania), del 17 de julio al 2 de agosto de ese mismo año, se propuso la división definitiva de Alemania en cuatro zonas de administración, la creación de una Corte Internacional que juzgara los crímenes de guerra nazis y se delimitaron y aceptaron los cambios territoriales producidos tras la guerra. Tras esta una cosa quedó clara: la estrecha colaboración y cordialidad matenida por los aliados tocaba a su fin alimentada por la rivalidad latente entre soviéticos y norteamericanos y sus dos cosmovisiones sociales.
Más tarde, en la Conferencia de París, que tuvo lugar entre 1946 y 1947, se abordaron las paces de los países europeos colaboracionistas con la Alemania nazi, concretamente con Italia, Hungría, Rumanía, Bulgaria y Finlandia. Solamente Austria se mantuvo al margen, con quien se firmó el armisticio una década más tarde, en 1955.
