Los pronombres personales son aquellos que utilizamos para referirnos a personas, animales y objetos sin volver a nombrarlos. Para ello, como ya hemos dicho, es preciso que sepamos de quién o de qué se esta hablando. En caso contrario, podríamos generar confusión. Observa el siguiente ejemplo:
- Ella es la mejor amiga que se puede tener > Si alguien comenzase contigo una conversación con esa oración, ¿qué preguntarías automáticamente?: ¿quién es ella? Como no ha sido nombrada anteriormente, no se puede establecer relación entre ambas partes.
- Mi perro es muy listo. Él cumple todas mis órdenes a la primera > Mira qué diferencia si preguntamos ahora quién es él, pues tendremos claro que estamos hablando del perro que se había nombrado con anterioridad.