Textos informativos objetivos
¿Qué es el texto informativo?
Es aquel que contiene información relacionada con la actualidad y con temas de interés para el lector, oyente o espectador. Como ya hemos dicho, estos textos se difunden a través de los medios de comunicación, tanto tradicionales (prensa, radio y televisión) como digitales (medios en Internet y redes sociales).
Clasificación de géneros en función de la finalidad del emisor
Podemos distinguir diferentes tipos de textos que aportan información en función de cómo la cuentan:
- Objetivos o informativos: se limitan a contar los hechos sin incluir juicios o valoraciones.
- Subjetivos o de opinión: incluyen la opinión personal del periodista o del medio de comunicación al analizar las cuestiones de actualidad.
- Mixtos: son aquellos que incluyen rasgos de los dos anteriores.
Los receptores de los textos informativos pueden interactuar en mayor o menor medida con sus emisores y mostrar su opinión al respecto. Tradicionalmente, esto se hacía mediante el envío de cartas al director a los periódicos impresos o mediante intervenciones en tertulias. En la actualidad, gracias a la expansión de los medios digitales, es posible dejar comentarios o publicar contenidos propios relacionados.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que el tener la posibilidad de expandir un mensaje a escala global gracias a Internet y las redes sociales no convierten a quienes lo haga en periodistas ni en fuentes fiables.
Lo que es difícilmente cuestionable es que los nuevos medios han introducido dos variables destacadas: la inmediatez y la importancia del audiovisual. Tradicionalmente los periódicos tenían una edición diaria (matutina -por la mañana- o vespertina -por la tarde-), de manera que cualquier información que se produjese después de su distribución no aparecería hasta el día siguiente. Esta barrera temporal la salvaban la radio, a través de los medios sonoros, y la televisión, a través de las imágenes. Ambos aspectos tenían ciertos condicionantes técnicos que podían retrasar la difusión.
A partir de la expansión de Internet y de dispositivos tecnológicos capaces de grabar y difundir material audiovisual a través de la red, la información se difunde a cualquier parte del mundo en cuestión de segundos. De hecho, la inmediatez ha ocupado un lugar predominante a la calidad, lo que en ocasiones hace difícil que la información esté debidamente contrastada.