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¿Cuáles son las causas?

Las causas determinan distintos tipos de dislalias

Una clasificación tradicional de las dislalias nos permite diferenciar los siguientes tipos en función de las causas que las provocan:

  • Dislalias funcionales: son debidas a un mal funcionamiento de los órganos articulatorios.
  • Dislalias orgánicas: originadas por lesiones o malformaciones.
  • Dislalias audiógenas: en las que la persona no pronuncia correctamente porque no oye bien.

A partir de los cuatro años, el niño y la niña deben tener un lenguaje bien articulado. Si no es así, hay que consultar con un especialista. En este sentido, es interesante conocer las principales características de algunos de los trastornos del lenguaje más habituales. 

Los distintos tipos de dislalias (evolutiva, funcional y audiógena) aparecen explicados en este interesante vídeo titulado "Dislalia-Comunicación integral". Ha sido elaborado por el PRONAFCAP y el Instituto Pedagógico Nacional Monterrico de Perú.

Tipos y características de las dislalias

  • Dislalias funcionales: son las más frecuentes. La alteración de la articulación es debido a un mal funcionamiento de los órganos articulatorios. Este mal funcionamiento deriva de una o varias causas como de escasa habilidad motora, deficiente estimulación ambiental, dificultades respiratorias, etc. Dentro de la dislalia funcional distinguimos dos tipos de trastornos: los fonéticos y los fonológicos.
  • Los trastornos fonéticos, dificultades centradas básicamente en el aspecto motriz (articulatorio). Es decir, no hay confusiones de percepción y discriminación auditiva. Los niños con trastornos fonéticos presentan errores estables, cometen siempre el mismo error cuando emiten el sonido o sonidos que no reproducen correctamente. En este caso, la dificultad aparece por igual en repetición y en el lenguaje espontáneo.
  • Por su parte, en los trastornos fonológicos la alteración se produce a nivel perceptivo y organizativo; es decir, en los procesos de discriminación auditiva. Pueden afectar tanto a los mecanismos de conceptualización de los sonidos como a la relación entre significante y significado. En este trastorno la expresión oral es deficiente, e incluso en los casos más graves el lenguaje puede ser ininteligible. Sus errores suelen fluctuar, y aunque pueden producir bien los sonidos aislados, la pronunciación de la palabra suele estar alterada en el contexto de la conversación.
  • Dislalias orgánicas: también denominadas con el término general de disglosia. Es un trastorno en la articulación de los fonemas debido a malformaciones o lesiones físicas en los órganos del habla (labios, lengua, mandíbula, dientes, etc.).
  • Dislalias audiógenas: el origen de no articular correctamente es un problema de audición. En este tipo de dislalias son frecuentes las hipoacusias de tipo catarral y adenoideo en niños pequeños. Del mismo modo, es frecuente que hayan padecido otitis frecuentes en los primeros años de vida. Aunque en estos casos la dislalia tiende a desaparecer conforme se van superando las causas audiógenas que las provocan, puede persistir más allá de lo esperado.

Distintos tipos de errores

Las dislalias provocan distintos tipos de errores, aunque los más frecuentes son los siguientes:

  • La sustitución: cuando la persona articula un fonema en lugar de otro que le es difícil pronunciar o no percibe bien. La sustitución se puede dar en cualquier posición dentro de la palabra, ya sea con sílabas sencillas (da, le, go, …) como con grupos consonánticos (bra-, fre, glo, …). Los fonemas con sustituciones más frecuentes son: /l/, /d/, /g/ y /r/ en lugar de /rr/; /t/ por /k/. Por ejemplo, dice: “teche” en lugar de “leche”.
  • La distorsión: se produce cuando se emite un sonido de forma distorsionada e incorrecta. Suele deberse a una posición incorrecta de los órganos articulatorios, a una falta de control del soplo, a la falta de vibración de las cuerdas vocales, etc.
  • La omisión: se da cuando no articula los fonemas que no domina, por lo que los omite en sus emisiones. Por ejemplo: “gobo” en lugar de “globo”.
  • La inserción o adición: se produce cuando se añade un fonema para articular otro más dificultoso. Por ejemplo: “palato” en lugar de “plato”.

Una revista para profesionales y padres

La Asociación Española de Foniatría, Logopedia y Audiología ofrece periódicamente información relacionada con los diversos trastornos del lenguaje. Su versión en línea nos permite encontrar distintos apartados dedicados a experiencias personales, noticias del sector y noticias generales.

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