Las características de conducta que muestran los niños con TDAH son las siguientes:

• No pueden parar quietos.

• Se distraen con facilidad.

• Suelen perder u olvidar cosas y son muy desorganizados en sus trabajos.

• Actúan sin reflexionar.

• Pueden pasar horas con la consola, pero son incapaces de atender en clase, por lo que suele ser una de las causas frecuentes de bajo rendimiento académico y dificultades de aprendizaje.

• Suelen tener problemas en sus relaciones sociales.

En los niños que padecen este tipo de conducta se advierten algunos de los siguientes síntomas:

• Tienen dificultad para mantener la atención, lo que le lleva a cometer errores en el trabajo escolar o en los juegos.

• No parecen escuchar cuando se le habla directamente, suelen estar pensando en otras cosas.

• Son desorganizados en cuanto a sus tareas y actividades.

• Olvidan cosas necesarias del día a día, como lavarse los dientes, realizar los ejercicios de clase.

• Evitan aquellos juegos o actividades que requieren un esfuerzo mental sostenido por su parte.

• Pierden cosas necesarias para la realización de sus tareas.

• Se distraen fácilmente y son descuidados en sus quehaceres diarios.

• Como resultado de todos estos problemas suelen sentirse inseguros.

Características relacionadas con la hiperactividad:

• Están en continuo movimiento, sobre todo de pies (los balancean continuamente).

• Tienen dificultad para permanecer sentados, lo que les lleva a levantarse con frecuencia del asiento.

• Corren de manera excesiva en situaciones que no lo requieren.

• Eluden jugar a juegos relacionados con la quietud.

• Hablan continuamente y en exceso.

La manera de manifestarse difiere bastante atendiendo a la edad:

• En el primer año de vida se manifiesta a través de trastorno del sueño, cólicos importantes, irritabilidad, dificultad en la alimentación, etc.

• En el segundo año de vida: es un niño muy inquieto, que corre más que camina, es muy destructivo, no tiene sentimiento alguno de peligro, se cansa enseguida de la actividad que esté realizando, coge todo lo que tiene a su alrededor...

• Entre los tres y cuatro años: se pasa el tiempo pidiendo cosas y no parece escuchar, no puede jugar sólo y cambia de actividad constantemente, no puede jugar con otros niños, es rechazado por sus compañeros; no responde a premios ni castigos..

• Y en niños hiperactivos entre los 6 y 9 años: existen problemas de conducta escolar, dificultades para aprender, se distraen fácilmente, baja tolerancia a las frustraciones ...

 

Características relacionadas con la impulsividad:

• Responden sin pensar y de forma precipitada, incluso antes de que se haya completado la pregunta.

• Interrumpen constantemente o responden sin esperar su turno de palabra.

• Hacen los trabajos tarde, no encuentran el momento adecuado.

• Les resulta muy difícil planificar actividades de manera anticipada, así como determinar una prioridad a la hora de llevar a cabo sus tareas.

• Tienen dificultad para entender y cumplir la reglas que les imponen: son impulsivos, por lo que se meten en problemas de los que se arrepienten...

 

Características relacionadas con la conducta mixta o combinada de las dos anteriores

En este tipo de trastorno predominan tanto los síntomas de desatención como los de impulsividad-hiperactividad.

Para la evaluación del alumnado con TDAH se requieren técnicas diversas:

• La observación en distintos contextos (colegio, familia, amigos…)

• Cuestionarios a familiares y profesorado.

• Tests o pruebas de ejecución (memoria, inteligencia, atención…).

• Entrevistas con el alumno y sus familiares.

• Estudio de posibles antecedentes.

Habitualmente se utilizan criterios diagnósticos, como el proporcionado por el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) que nos permite identificar el subtipo, así como orientaciones para llevar a cabo el diagnóstico diferencial respecto de otros trastornos con el que pueda confundirse o ir asociado el TDAH.