En el caso de niños con TDAH, por ejemplo, es fundamental diseñar períodos de descanso más frecuentes que para el resto de compañeros. Deben evitarse tareas extensas, o bien dividir estas en microtareas (con cronómetros u otros marcadores de tiempo). También hay que permitirles que acudan a la mesa del profesor para mostrar sus trabajos, de modo que se facilite el movimiento de un modo positivo y estructurado.

A medida que el alumno va incrementando su capacidad de atención, los periodos de descanso se pueden ir acortando y los de trabajo ampliando.

Elmundo.es realizó un reportaje sobre un estudio científico que nos dan un consejo fundamental.

"Deje que su hijo hiperactivo se mueva"

Nuestros hallazgos ilustran de forma indirecta los comentarios de padres y profesores sobre cómo los niños hiperactivos 'no paran' cuando se involucran en ciertas actividades que, aparentemente, no requieren movimiento, cómo jugar al ordenador, al LEGO (juego de construcciones) o ver la televisión. Y cómo este ajetreo aumenta cuando hacen los deberes en casa o tienen que aprender alguna lección en al aula.

Para los autores del trabajo, "este resultado indica que los hiperactivos necesitan moverse más para mantener los niveles requeridos de alerta mientras que realizan tareas que desafían el trabajo de su memoria".

"Deje que su hijo hiperactivo se mueva". (Patricia Matey. Diario El Mundo)