En cuanto a la metodología y las actividades, habrá que utilizar, en la medida de lo posible, una metodología común para todo el alumnado. Muy importante será tener en cuenta la motivación y el refuerzo positivo, con los que intentaremos conectar la nueva tarea con lo conocido y que el niño sea capaz de resolver. Graduaremos la dificultad de las actividades prestándole ayuda cuando sea necesario. Y siempre deberemos reforzar y animar al alumno cuando logre un éxito, por pequeño que sea. Los refuerzos que podemos utilizar pueden ser sociales o afectivos, premios lúdicos, materiales o comestibles.
Igualmente importante será la mediación en el aprendizaje como prestación de ayudas didácticas físicas, verbales o visuales para que el alumno resuelva una actividad o situación, atendiendo a la entrada sensorial preferente, el grado de discriminación y la atención y motivación del alumno ante la tarea (especialmente en su presentación y realización), a proporcionar por el profesor o los compañeros. Y también de vital notoriedad, es conseguir la generalización de aprendizajes a otros contextos y con otras personas.
Algunas de las técnicas y estrategias que podemos utilizar son la enseñanza incidental, el modelado, la dramatización, la resolución de problemas y el aprendizaje cooperativo, todas ellas favorecedoras de la atención a la diversidad.