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¿Cómo se detecta?

Antes de los tres años

Los TEA se manifiestan pronto en la vida, siempre antes de los tres años de edad. Lamentablemente, muchas veces no se identifican hasta meses o años después. Los casos de menor grado de afectación o aquellos con niveles cognitivos normales o superiores a la media frecuentemente no se identifican hasta la edad escolar.

La detección temprana es fundamental

Por el momento, no existen biomarcadores específicos, pruebas de laboratorio o instrumentos clínicos que identifiquen objetivamente estos trastornos. Sin embargo, la detección temprana de aquellos casos en los que el diagnóstico esté indicado es un proceso simple y no costoso, que permitirá racionalizar nuestra actuación.

El proceso que se ha de seguir para garantizar una eficaz detección temprana de los TEA implica dos niveles: vigilancia del desarrollo y detección específica. Esta debe ir seguida del inicio del proceso diagnóstico y de la intervención temprana. Por tanto, el proceso se completa con un tercer nivel, que implica la derivación a un servicio diagnóstico especializado y la puesta en marcha del programa de atención temprana.

Como acabamos de explicar, la detección precoz del autismo es importante para poder desarrollar una intervención ajustada y favorecer el mayor desarrollo de la persona. Existen algunos comportamientos que pueden servir a padres y educadores como señal de que hay algún problema. Este vídeo presenta esas señales de alarma a las que debemos estar atentos.

La Liga Colombiana de Autismo ha elaborado este vídeo que nos puede ayudar a la detección de un caso de Trastorno del espectro autista (TEA). Este listado de manifestaciones puede ser una buena guía para padres y educadores.

Agentes implicados

Los servicios implicados en cada nivel no son sólo los sanitarios, sino también los educativos y sociales. Es más, un porcentaje significativo de niños con TEA es detectado y diagnosticado por los servicios educativos especializados. Para ello, deben promover la participación eficaz de la familia y fomentar el intercambio de información en busca de una visión compartida del problema.

Al ser un trastorno del desarrollo neurológico, relacionado con factores genéticos, el diagnóstico clínico debe ser de los servicios socio-sanitarios (pediatra, neurólogo, neuropsicólogo,…).

Cosa distinta es la evaluación psicopedagógica que es la que llevan a cabo los servicios educativos para dar cumplida cuenta de las necesidades educativas, a través de los EOEP Generales, Específicos de Atención Temprana, D.O. Es decir, el diagnóstico clínico es una cosa y la evaluación psicopedagógica debe ser otra.

Al finalizar la evaluación, los representantes legales y las propias personas con TEA, en la medida en que esto último sea posible, deberán recibir información adecuada, verbal y escrita, sobre los resultados obtenidos. Asimismo, tendrán la posibilidad de aclarar cualquier duda que deseen plantear o de buscar una segunda opinión profesional. La confidencialidad de sus datos estará garantizada.

Guías para profesionales

El Grupo de Estudio de Trastornos del Espectro Autista Instituto de Investigación de Enfermedades Raras del Instituto de Salud Carlos III publicó dos guías de buenas prácticas para orientar los trabajos de los profesionales. Estos recursos ayudan a la detección temprana y el diagnóstico de casos de TEA:

En España, una de las pruebas más utilizada por los pediatras para valorar los problemas en el desarrollo es la Escala Denver, considerada como la más aceptable para el cribado de niños de entre 3 meses y 4 años de edad. La Escala Denver explora cuatro áreas del desarrollo: motricidad fina, motricidad gruesa, área personal-social y Lenguaje.

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