El arte gótico
El gótico es el estilo artístico propio de la cristiandad desde mediados siglo XII hasta inicios del XV. Su nombre es despectivo, pues durante el Renacimiento se le consideró de bárbaros o "godos", de ahí el sufijo -ico después de la raíz del nombre.
Hoy en día se tiene otra visión sobre esta época, ya que responde a la vitalidad de la sociedad medieval. Se produce, en este sentido, una auténtica revolución arquitectónica, con edificios altos y luminosos, mientras que la pintura y la escultura son cada vez más naturalistas. Es un estilo que refleja la sociedad de la época, feudal y de tipo estamental. Aunque la religión tiene un papel fundamental y la Iglesia Católica sea el principal cliente de los artistas, aparecen nuevos edificios civiles y clientes como la burguesía de las ciudades.

Las principales características del arte gótico son las siguientes:
- Aunque de una manera no tan marcada como en el románico, tiene un carácter propagandístico de servicio al poder. De hecho, la Iglesia y, en menor medida, los reyes y la nueva burguesía de las ciudades serán los principales promotores de estas obras.
- La arquitectura es la manifestación artística más importante del románico, estando subordinas a ella la pintura y la escultura. No en vano, estas se amoldan al espacio arquitectónico. Gracias a la utilización del arco apuntado y de los contrafuertes, los edificios ganan en altura y luminosidad.
- Se produce una búsqueda del naturalismo, frente a la rigidez y severidad del románico, siendo esta característica común a la pintura y la escultura.
