El arte rococó surgió a principios del siglo XVIII, en torno a 1700, en la corte del rey Luis XIV de Francia, el Rey Sol. La realeza y la alta aristocracia francesa se encontraban en su mejor momento; por ello, la vida palaciega era ostentosa, lujosa y recargada.
El nombre de este estilo, que comenzó siendo un término peyorativo, deriva de un juego de palabras creado por Pierre-Maurice Quays hacia 1797. El pintor unió las palabras francesas de "rocaille" (un tipo de ornamentación de piedra y moluscos) y "baroque", el barroco, y nació el término rococó.
Posteriormente, desde el palacio de Versalles, el arte rococó se difundió por el resto de Europa, llegando a Italia, España, Austria, Alemania e, incluso, a Rusia. Con este estilo termina el barroco, de manera quela opulencia, colorido y elegancia del rococó contrastan con la oscuridad y el pesimismo del arte barroco.
