En este caso, el nombre también es muy descriptivo. Los posesivos indican posesión o pertenencia de la realidad expresada por el sustantivo al que acompañan en relación con una o varias personas, a las que llamaremos poseedores.
En el caso de los posesivos tenemos que añadir nuevos factores. Por un lado, tenemos que tener en cuenta a cuántas personas o poseedores hace referencia el determinante. En segundo lugar, debemos sumar una nueva necesidad de concordancia, ya que, además de género y número, también deben coincidir en persona (1.ª - quien habla; 2.ª - quien escucha; 3.ª - de quién se habla). En tercer y último lugar, debemos distinguir entre formas tónicas, más completas al incluir la flexión de género pudiendo situarse delante o detrás del sustantivo según el caso, y formas átonas, que no diferencian entre masculino y femenino y que siempre se sitúan antes del sustantivo.