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Definición de las subordinadas adverbiales

Definición y reconocimiento de las subordinadas adverbiales

Las subordinadas son un tipo de oraciones compuestas. Recordemos que las oraciones compuestas tienen dos o más verbos y, por tanto, dos o más oraciones integradas en ellas a las que llamamos proposiciones. Aparecen unas dentro de otras, como las muñecas rusas llamadas matrioskas.

Darth Vader apunta hacia nosotros en actitud subordinante y nos amenaza con una oración compuesta llena de subordinadas: "¡Haréis lo que yo quiera, como yo quiera, cuando yo quiera y donde yo quiera!"
pxhere. Subordinación (adaptación) (CC0)

En los anteriores recursos hemos estudiado las subordinadas sustantivas y adjetivas. Las funciones desempeñadas por estos dos tipos de subordinadas son las de complemento del núcleo de sintagmas no verbales (complementos del nombre y término de la preposición de los sintagmas preposicionales que conforman los complementos nominales, adjetivales y adverbiales), así como aquellos complementos del verbo que llamamos argumentos. Es decir, los elementos que cumplen con los papeles semánticos exigidos por el significado del verbo, incluido el sujeto, el complemento directo, indirecto, régimen y agente.

Las oraciones subordinadas adverbiales, sin embargo, desempeñan la función de complementos que aportan información extra sobre las circunstancias, condiciones, causas, efectos, etc. de la acción del verbo y no desempeñan ningún papel que resulte esencial para su estructura semántica. Es decir, las oraciones subordinadas adverbiales nunca desempeñan funciones de argumentos o papeles semánticos exigidos por el verbo.

Las más sencillas de comprender, identificar y analizar son aquellas que aparecen como complemento circunstancial. Observa la oración compuesta del bocadillo de la imagen arriba:

- Haréis... (verbo principal)

... lo que yo quiera, ... (oración subordinada adjetiva sustantivada de complemento directo)

... cuando yo quiera, ... (oración subordinada adverbial de complemento circunstancial de tiempo)

... como yo quiera, ... (oración subordinada adverbial de complemento circunstancial de modo)

... y donde yo quiera. (oración subordinada adverbial de complemento circunstancial de lugar)

En los ejemplos de arriba observamos tres oraciones subordinadas adverbiales de complemento circunstancial de tiempo, modo y lugar respectivamente. Lo podemos comprobar fácilmente porque pueden ser sustituidos por adverbios:

-Haréis lo que yo quiera, ahoraasí y aquí.

Estos tres tipos, que reconocemos fácilmente sustituyéndolas por adverbios, se llaman oraciones subordinadas adverbiales propias. Son típicas las que hacemos con gerundios y participios:

  • Vino corriendo, trabaja cantando, duerme roncando... → El gerundio funciona como una subordinada adverbial de complemento circunstancial de modo.
  • Muerto el perro, se acabó la rabia; terminada la faena, nos fuimos a casa; cansados de esperar, decidimos volver solos... →  Usamos este tipo de participios como circunstanciales de tiempo o causa.

Sin embargo, las oraciones subordinadas adverbiales no se limitan a la función de complemento circunstancial ni a aquellas que pueden ser sustituidas por adverbios. Como ya hemos mencionado, son capaces de agregar todo tipo de información extra (no argumental) sobre la acción del verbo principal. En los siguientes ejemplos vemos todo lo que pueden aportar estas subordinadas, además de complemento circunstancial de tiempo, modo y lugar:

  • La causa que provoca la acción: Hemos cancelado la fiesta porque llovía. 
  • Una condición para que la acción suceda: Si llueve, llevamos el paraguas.
  • Un obstáculo que no impide la acción, por lo que supone una concesión: Daremos un paseo aunque llueva.
  • Una consecuencia de la acción: ¡Cayó tanta lluvia que nos quedamos atrapados!
  • Una comparación: En Valencia llovió más que en Galicia [llovió].
Fotografía de gotas de lluvia
Joshua_seajw92. Raindrops (Pixabay License)


En los ejemplos anteriores hemos visto oraciones subordinadas adverbiales impropias, es decir, que no podemos sustituir por adverbios. En el siguiente apartado veremos con detenimiento cada uno de los tipos de subordinadas adverbiales propias e impropias, pero antes aprovecharemos los ejemplos anteriores para observar aspectos sintácticos de la subordinación que siempre conviene recordar.

A continuación, repara en cómo, en las oraciones compuestas con subordinación, la oración del verbo principal siempre puede existir sola (prescindiendo la la subordinada), mientras que la subordinada no es un enunciado aceptable si la separamos de la principal:

Oraciones aceptables:

  • Hemos cancelado la fiesta.
  • Llevamos el paraguas.
  • Daremos un paseo.
  • ¡Cayó tanta lluvia!
  • En Valencia llovió más.

Oraciones inaceptables:

  • *Porque llovía.
  • *Si llueve.
  • *Aunque llueva.
  • *que nos quedamos atrapados!
  • *que en Galicia [llovió].

Observa también cómo en las oraciones compuestas por subordinación adverbial toda la información argumental exigida por el verbo se encuentra en la oración principal y no en la subordinada. La subordinada solo agregará información extra sobre circunstancias, condiciones, causas, consecuencias, etc.

  • Oración principal: contiene todos los argumentos exigidos por el significado del verbo.
    • Hemos cancelado la fiesta → Cancelar: nos exige un sujeto (omitido: nosotros) y un complemento directo (la fiesta).
    • Llevamos el paraguas → Llevar: nos exige un sujeto (omitido: nosotros) y un complemento directo (el paraguas).
    • Daremos un paseo → Dar: nos exige un sujeto (omitido: nosotros) y un complemento directo (un paseo).
    • ¡Cayó tanta lluvia! → Caer: es intransitivo, por lo que solo nos exige un sujeto (tanta lluvia).
    • En Valencia llovió más → Llover: es impersonal e intransitivo (verbo meteorológico), por lo que no exige ningún argumento ("En Valencia" y "más" son complementos circunstanciales, no argumentos semánticos).
  • Oración subordinada: contiene información extra sobre las circunstancias, causas, condiciones, etc., de la acción principal.
    • *Porque llovía → Expresa la causa de cancelar [la fiesta], no su sujeto ni su complemento directo. 
    • *Si llueve → Expresa la condición de llevar [un paraguas], no su sujeto ni su complemento directo. 
    • *Aunque llueva → Expresa la concesión (el obstáculo) para dar [un paseo], no su sujeto ni su complemento directo. 
    • *Que nos quedamos atrapados! → Expresa la consecuencia de caer [tanta lluvia], no su sujeto.
    • *Que en Galicia [llovió] → Expresa la cantidad comparada de llover [más] de un verbo impersonal e intransitivo. 

¿Y cómo las reconocemos?

IDENTIFICACIÓN

La forma más sencilla de identificar una subordinada adverbial cuando aún no se dominan es por descarte: como vimos, las sustantivas pueden sustituirse por pronombres como "eso" y las adjetivas son siempre el complemento del nombre de un sintagma nominal... Cualquier otra subordinada que no sea de uno de esos dos tipos, será adverbial.

Además, las adverbiales solo pueden aparecer cuando falten subordinadas por analizar después de haber localizado todos los argumentos del verbo principal. Sabemos que en sintaxis es fundamental seguir un orden al analizar, con pasos como:

  1. Encontrar los verbos que aparezcan e identificar el principal.
  2. Fijarnos en el significado exacto del verbo principal y, a partir de él, prever su estructura semántica. Es decir, prever los argumentos que nos va a exigir su significado (sujeto, directo, indirecto, régimen, agente, atributo).
  3. Localizar en nuestra oración esos argumentos (que pueden estar expresados con sintagmas o con subordinadas sustantivas), aunque estén omitidos.
  4. Una vez hayamos terminado este proceso, si aún sobran elementos sin analizar en la oración, estamos ante información "extra" y, por tanto, solo puede tratarse de complementos circunstanciales o predicativos (si son sintagmas) o de subordinadas adverbiales si son oraciones. 
Se ven numerosas imágenes con la misma escena (un niño regalando una flor a su madre) sobre fondos distintos (un bosque, el salón de casa, el mar, un incendio...). Con ella se representa la diferencia entre los argumentos del verbo, que son los elementos que siempre participan en la acción, puesto que así lo exige su significado (en este ejemplo, serían tres: el sujeto que regala, el objeto -directo- que es regalado y el beneficiario -indirecto- que lo recibe) y las circunstancias variadas en que esta acción puede ocurrir.
Teresa Álvarez-Garcillán. Argumentos del verbo versus complementos circunstanciales (Dominio público)

Por último, también puede ayudarnos a identificarlas estar familiarizados con sus nexos. En la siguiente tabla, puedes ver los más comunes:

Tabla de nexos de las oraciones subordinadas adverbiales: de tiempo (cuando, mientras, antes/después de que...); lugar (donde); modo (como, según, conforme, como si...); causa (por, porque, puesto que, ya que, dado que, pues, como... entonces); condición (si, en caso de, de+infinitivo); concesión (aunque, pese a, a pesar de); comparación (tan/tanto como, más/menos que) y consecución (así que, tanto que).
Teresa Álvarez-Garcillán. Nexos de las subordinadas adverbiales (Dominio público)

Descarga en PDF.

COMPROBACIÓN

Como hemos mencionado, las subordinadas adverbiales que forman complementos circunstanciales de tiempo, lugar y modo se llaman "propias" y pueden ser sustituidas por adverbios equivalentes de esas tres categorías (como ahora, aquí o así). Esta es una sencilla prueba de sustitución que podrás aplicar exclusivamente para este tipo de adverbiales.

Para el resto de adverbiales, que llamamos "impropias", no existe una prueba como tal, sino que hay que comprender cabalmente el tipo de información que aportan al verbo principal, familiarizarse con sus nexos y mecanizar los pasos de un análisis ordenado para identificarlas:

  1. Identifico y aparto todos los argumentos del verbo principal primero.
  2. Descarto que en los elementos sobrantes haya subordinadas sustantivas (sustituibles por pronombres) y adjetivas (con función de complemento de un nombre dentro de sus sintagma nominal).
  3. Si aún quedan partes de la oración sin analizar y son subordinadas (es decir, tienen un verbo y no son enunciados aceptables si se separan de la oración principal), entonces verifico qué relación o información sobre el verbo principal aportan: la causa de que ocurra, la condición para que ocurra, un impedimento que no evita que ocurra, una comparación o una consecuencia de que ocurra. Si es así, podemos verificar que los nexos efectivamente estén enlazando ambas oraciones a través de la relación que hayamos detectado y ya así confirmaremos nuestro análisis de la subordinada adverbial.

Gatito gracioso agobiado
Skorchanov / Teresa A. Garcillán. Gatito agobiado (adaptación a partir de la imagen original) (Pixabay License)