La educación es, por su propia naturaleza, una actividad esencialmente lingüística. Así, desde la etapa de Educación Infantil, los niños van dominando poco a poco el lenguaje oral.
Por ello, el educador tiene que planificar actividades dirigidas y funcionales y promover experiencias en las que el lenguaje verbal sea un vehículo de expresión y comunicación.
El objetivo será desarrollar las habilidades básicas que tienen que ver con la cognición social, la comunicación y el lenguaje; ya que serán fundamentales para el aprendizaje en las etapas educativas posteriores.
Las preguntas son necesarias pero no suficientes para desarrollar habilidades conversacionales. "Hacer preguntas" requerirá una intervención específica y, de nuevo, un análisis de las habilidades implicadas.
La comprensión de preguntas: una dificultad específica en niños con trastornos pragmáticos de la comunicación y lenguaje
"La comprensión de preguntas plantea dificultades para todos los niños con alteraciones graves en el desarrollo del lenguaje. Responder mediante ecolalia o repitiendo siempre la última opción a preguntas de alternativa como ‘¿quieres agua o zumo?’ es una conducta que aparece en niños con perfiles muy diferentes, como por ejemplo discapacidad cognitiva, trastorno específico del lenguaje de tipo mixto o trastorno del espectro autista.
En el caso de los niños que no sufren alteraciones primarias de la comunicación (discapacidad intelectual, trastornos específicos del lenguaje, sordera etc.), la comprensión de preguntas va muy ligada a la comprensión del lenguaje en general y mejora de forma significativa conforme aumenta su nivel lingüístico. En estos casos, el uso de estrategias de refuerzo en situaciones naturales (estructuración, sistemas alternativos y aumentativos, etc.) constituye la base de los programas de intervención"
(Monfort, I. y Monfort M. (2010) "La comprensión de preguntas: una dificultad específica en niños con trastornos pragmáticos de la comunicación y lenguaje". Revista de Neurología)