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Una olla en ebullición

Las causas de la guerra

Las causas profundas que condujeron a la Guerra Civil española son múltiples. Podemos sintetizarlas en las siguientes:

  • El problema de la tierra. La reforma agraria iniciada durante la Segunda República no dejó satisfecho ni al campesinado pobre ni a los terratenientes. Los primeros, porque veían que los cambios eran muy lentos; y los segundos por todo lo contrario.
  • La cuestión religiosa. La Iglesia Católica siempre estuvo en contra de la Segunda República, debido sobre todo a cierta legislación anticlerical y a la quema de conventos que tuvo lugar en 1931, con lo que una parte importante de católicos no aceptaba al régimen republicano.
  • Las acciones contra el régimen. Hubo intentonas revolucionarias, como en Asturias, en octubre de 1934, y de golpes de Estado, como el de Sanjurjo en 1932, que convencieron a muchos de que la única solución a los problemas era un acto violento.
  • La polarización política. Los grupos políticos se radicalizaron al extremo, haciendo de la violencia callejera algo normal, sobre todo durante los últimos dos años de la República.
  • El clima revolucionario. Los sindicatos y organizaciones obreras estaban en plena efervescencia revolucionaria, y no descartaban realizar sus acciones por la fuerza de las armas.
  • Las maniobras del ejército. Muchos mandos militares, de ideas autoritarias y conservadoras, conspiraron para derribar la República. 

A estas causas profundas añadimos las causas inmediatas, que ocurrieron en julio de 1936:

  • El día 12 un grupo de pistoleros falangistas asesinó al guardia de asalto José del Castillo.
  • Unos días más tarde, un grupo de sus compañeros y de socialistas se vengaron asesinando al dirigente de Renovación Española, José Calvo Sotelo.
  • El 17 de julio, la guarnición de Melilla se sublevó contra la República. Generales importantes como Goded, en Baleares, Mola, en Navarra, y Franco, en Canarias, se unieron al alzamiento.
Calvo Sotelo dando un discurso en San Sebastián, 1935
Wikimedia Commons/Ricardo Martín. Calvo Sotelo dando un discurso en San Sebastián, 1935 (Dominio público)

El general Franco subió entonces a un avión que lo condujo al norte de África, donde tomó el mando de las tropas sublevadas el 19 de julio. En la mayoría de ciudades importantes el ejército también se levantó contra el orden legal republicano, pero en su mayoría fueron los mandos intermedios los que se levantaron. Sin embargo, las organizaciones obreras y sindicales se organizaron y resistieron, como también lo hicieron muchos mandos militares que se mantuvieron fieles a la República. En Sevilla, Pamplona, Oviedo, Zaragoza... el levantamiento tuvo éxito. Sin embargo, en ciudades como Madrid, Barcelona, Málaga o Badajoz las fuerzas obreras, organizada en milicias, frenaron a los golpistas. El hecho de que el golpe no fructificara al no caer las ciudades clave, sobre todo Madrid y Barcelona, hizo que diese comienzo la Guerra Civil.