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Características lingüísticas

El lenguaje en los textos humanísticos

Ya hemos recogido los rasgos del lenguaje en el ensayo; en este apartado, ahora, abordaremos qué características lingüísticas presentan los textos humanísticos, en general. 

Para empezar, la función de lenguaje que predomina es la función representativa. Debido a la subjetividad intrínseca de este tipo de textos y su intención persuasiva, veremos que también puede destacar, en un momento dado, la función expresiva. El estilo personal que el emisor quiere transmitir al texto nos puede llevar también, incluso, a identificar la función poética. 

Los textos humanísticos son esencialmente expositivos o argumentativos, y las oraciones, en su mayoría, presentan una modalidad oracional enunciativa, ya que presentan enunciados como verdaderos. Los conectores del discurso, normalmente abundantes, aportan cohesión al texto, y al mismo tiempo, relacionan las ideas. Los conectores más frecuentes son los aditivos, ejemplificativos y de ordenación.  

Estatua mujer pensativa.
nadja-golitscheck. Thinker (Pixabay License)

En el plano morfológico y sintáctico tienes que saber que se emplean la primera y la tercera persona del singular, y el presente de indicativo es el tiempo verbal en el que se escribe este tipo de textos. 

Los autores se sirven de un léxico connotativo que les permite promover las asociaciones de ideas, que el destinatario interpreta. 

Se utilizan tecnicismos, neologismos y sustantivos abstractos. Además, puedes encontrar adjetivos sustantivados, como, por ejemplo, lo bueno. También, se nutren de un léxico tomado del latín y del griego, palabras que suelen aparecer en disciplinas como el Derecho: habeas corpus, otrosí...

Por último, es normal encontrar recursos literarios como el símil, la metáfora, la metonimia o la personificación, usados con un fin estético, pero también persuasivo. 

A diario empleamos el lenguaje no verbal para apoyar nuestros mensajes. Ocurre exactamente lo mismo con los textos humanísticos. No es extraño encontrar fotografías, ilustraciones, esquemas, gráficos o tablas de datos en estos textos. 

Comparación de dos elementos mediante el nexo comparativo: como, tal, parece... Ejemplo: "Como el toro he nacido para el luto y el dolor" (Miguel Hernández).

Identificación entre una imagen y un término real. Existe una relación de semejanza. Ejemplo: "Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar que es el morir". (Jorge Manrique)

Se produce cuando se cambia una palabra por otra no por su semejanza, sino por las relaciones de cercanía, causa-efecto o parte-todo que existe entre ellas. Ejemplo: "Me he comprado un Velázquez (un cuadro)".

Es la atribución de cualidades humanas a seres inanimados. Ejemplo: "Los faroles están tristes y soñolientos y la luna amarilla camina, entre agua y viento". (Juan Ramón Jiménez)

Cada una de las voces técnicas empleadas en el lenguaje de un arte, de una ciencia o de un oficio.

Palabra o expresión de nueva creación en una lengua.

La función representativa tiene la intención comunicativa de transmitir una información de forma objetiva.

La intención comunicativa de la función expresiva es la de manifestar emociones y opiniones.

La intención comunicativa de la función poética es la de destacar la forma del mensaje. Se observa por el uso de recursos literarios.

Son los valores subjetivos, positivos o negativos que puede tener la palabra para algunas personas. Por ejemplo, navegar para unas personas puede asociarse con "aventura, placer...", mientras que para otros, con "riesgo, mareo..."

Lo vemos con un texto

En el fragmento se han señalado los rasgos lingüísticos: 

El valor educativo de la poesía, atacado por Platón, se explica en una sociedad de cultura oral, en la que la poesía es el vehículo fundamental para fijar en la memoria todo tipo de conocimiento necesario en la vida. Homero es, en realidad, una enciclopedia para los griegos. La mentalidad de la cultura oral anterior a la utilización de la escritura es una mentalidad rítmica, que, al mismo tiempo, encuentra placer en la recitación.

José Domínguez Caparros. Orígenes del discurso crítico. Gredos

En amarillo: léxico connotativo.

En morado: sustantivos abstractos.

En rojo: conectores discursivos.

En gris: figura retórica (metáfora)

Practiquemos un poco

Lee el texto y realiza, a continuación, las tareas propuestas.

El mercado de la opulencia se basa en la fabricación de deseos. Es mejor decir que necesita una proliferación de deseos «urgentes, imperiosos y efímeros» para mantener su dinamismo. Esa es la definición de «capricho». Es un estupendo librito sobre publicidad, escrito por el grupo Marcuse y titulado De la miseria humana en el  medio publicitario (Melusina, Barcelona, 2006), se hace un interesante análisis de este asunto. Los publicitarios saben que trabajan con «necesidades» y «deseos», pero los autores no creen que estos conceptos expliquen el consumismo, porque son demasiado serios. «El consumismo actúa en un plano muy distinto, el de las apetencias. Que algo nos apetezca significa por un lado que ese algo no es indispensable (no es una necesidad) y por otro lado que no lo anhelamos desde lo más profundo de nuestro ser (no es un deseo verdadero). Las apetencias son sociales y fugaces, siempre relativas a individuos cuyo estatus envidiamos. 

Zapatos, bolsos, monederos en una boutique
Pexels. Apparel (Pixabay License)

La publicidad las azuza. Recurre a modelos que dan envidia, hace apetentes a los consumidores y los fuerza a un mimetismo tan caprichoso como estereotipos que propone. El consumismo es el mundo social de las apetencias y el reino momentáneo de los caprichos. […]

El placer es proporcional a la intensidad del deseo, que crece con el tiempo de la privación. La apetencia es el grado cero del deseo. Ceder a ella no aporta más que un breve y limitado placer, como puede verse en los niños consentidos o con la «depresión poscompra». La excitación aumenta hasta pasar por caja, y se desvanece tan rápido como había aparecido. La apetencia es fundamentalmente un placer triste (Spinoza). Cargada de resentimiento, solo engendra frustración, porque siempre habrá alguien y algo que apetecer. Ese es precisamente el ardid del consumismo».

José Antonio Marina, Las arquitecturas del deseo. Una investigación sobre los placeres del espíritu. Anagrama, 2007

  1. Señala el tema del texto. 
  2. Razona por qué es un texto humanístico. 
  3. Señala las características lingüísticas presentes en el texto. 
  4. Escribe un texto argumentativo en el que manifiestes tu acuerdo o desacuerdo con lo que dice el autor. 

Entramos en el Museo del Prado

Entra en la página web del Museo del Prado y busca el cuadro El jardín de las delicias, de El Bosco. Una vez lo hayas examinado con cierto detenimiento, escribe un ensayo de aproximadamente 300 palabras siguiendo estas pautas:

  • Toma notas sobre los aspectos que vayas a tratar en tu ensayo.
  • Decide previamente qué estructura tendrá el texto.
  • Piensa en los argumentos que quieres usar. 
  • Escribe el texto usando la 1ª o la 3ª persona del singular del presente de indicativo. 
  • Procura que haya, por lo menos, dos recursos estilísticos. 
  • Emplea los conectores textuales en tu ensayo. 
Cuaderno, fotos, gafas
DariuszSankowski. Old (Pixabay License)