Reír por no llorar
Hay muchas expresiones que tienen que ver con la risa: reírse a carcajadas, troncharse, desternillarse, partirse, incluso lloramos o nos morimos de la risa. A veces, no podemos contenerla o aguantarla y nos meamos de la risa. Podemos tener la risa floja o la risa nerviosa. También mandamos desafíos cuando decimos que "quien ríe el último, ríe mejor" aunque lo más sano siempre ha sido reírse de uno mismo. De la sonrisa tímida a la risa hay un paso que nos ayuda a comunicarnos con los demás. ¿Cuándo fue la última vez que escribiste LOL o jajaja? ¿Y la última vez que te has reído o sonreído? Lo hacemos con tanta frecuencia porque es intrínseco al ser humano y disfrutamos tanto compartiéndolas que el teatro tiene un subgénero específico para provocar las risas.
La comedia es el subgénero teatral de la risa. Es una manera de representar los conflictos sencillos y cotidianos subrayando el lado divertido o ridículo de la vida. Se opone a la tragedia tanto en su finalidad como en los personajes y los temas que trata. El objetivo es entretener al público; por eso es normal que las comedias generalmente terminen con un final feliz.
Los personajes de la comedia representan personas normales de cualquier clase social. Muestran su lado más humano por lo que son personajes con defectos tanto físicos como morales que se mueven por grandes pasiones como el amor, los celos, el honor o la reputación. El protagonista suele caracterizarse por su sentido común aunque a veces consigue sus objetivos por casualidad y no por su esfuerzo. En ocasiones, los personajes son estereotipos que salen en todas las obras de teatro: el galán, la dama, el caballero, los criados... También pueden caracterizarse por valores morales como el gracioso, el mentiroso, el celoso, el pícaro, el enamorado... El lenguaje que emplean los personajes es coloquial ya que es otro mecanismo para mostrar la realidad y que el público se vea reflejado.
La vida cotidiana y sus costumbres son la materia temática de la comedia. Muchas de ellas se basan en un enredo o una confusión de la que el público es cómplice como, por ejemplo, líos de amantes en los que el público sabe cuál es el motivo por el que se genera el enredo. En la comedia se reflejan los defectos del ser humano o los vicios de la sociedad para que el público pueda evitarlos y no ser como los protagonistas de las historias. De la exageración de esas costumbres humanas, surge lo humorístico porque se resalta el lado cómico y absurdo de las situaciones y se provoca la diversión del público.
Lo cómico, aunque a veces pasa de ser liviano a ser satírico y crítico, puede conseguirse gracias a distintos elementos:
- situaciones descabelladas y grotescas que rozan el absurdo. Muchas películas cómicas se basan en este tipo de enredos. Un buen ejemplo de comedia teatral puede ser El perro del hortelano, de Lope de Vega, en la que vemos que la condesa Diana, en un ataque de celos, quiere evitar que su criado Teodoro se vaya con la criada. Sin embargo, cuando Teodoro le confiesa su amor, la condesa finge no estar interesada. Por eso, se dice que alguien es "como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer".
- la caricatura de los defectos y la torpeza de los personajes que hacen irremediablemente el ridículo. Esto es lo que le pasa a los payasos o los mimos: se esfuerzan por hacer algo bien pero fracasan en su intento haciendo el ridículo y provocando la risa del espectador.
- los juegos de palabras que los personajes hacen con el lenguaje. En muchos de los chistes que se cuentan, la risa se provoca gracias a un juego de palabras.
LOL es un acrónimo del inglés que significa Laughing out loud (reírse a carcajadas).