La evaluación se llevará a cabo a partir de una rúbrica con la que valorar el texto narrativo elaborado en el taller de escritura. En ella se tendrán en cuenta aspectos vistos en los contenidos, tales como la planificación, la estructura, el uso de la figura retórica trabajada (comparación) y otros que pertenecen a la formación continua del alumnado, por ejemplo, la presentación, la ortografía, la creatividad, el vocabulario empleado, etc. Asimismo, se valoran a través de la rúbrica las distintas competencias.
La rúbrica consta de una serie de indicadores, nivel 1 (Insuficiente), nivel 2 (Suficiente-Bien), nivel 3 (Notable) y nivel 4 (Sobresaliente), según los niveles de expresión de la evaluación prescritos en el currículo oficial, y constituye una herramienta precisa al incluir los diferentes ámbitos, contenidos y competencias que se han visto en el itinerario de aprendizaje. Además, la rúbrica resulta un instrumento que minimiza la subjetividad en la valoración.
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