El habla y el lenguaje son aptitudes necesarias a la hora de leer y escribir. Por eso, son los maestros y muy especialmente las familias, las que tendrán un importante papel en la detección de los problemas y su tratamiento.
El siguiente artículo nos ofrece algunos datos acerca de los principales trastornos del lenguaje. Como se puede comprobar, su tipología es muy diversa y la incidencia mayor de lo que en principio podría pensarse.
Los datos que aparecen en este reportaje son del año 1995. No obstante, pueden servir como referencia de la situación actual. Más allá de las referencias estadísticas, lo más interesante de este material periodístico es que nos permite conocer de manera general los principales trastornos del lenguaje y las vías para detectarlos y corregirlos.
Un 15% de los niños tiene problemas para aprender a hablar
"...A los tres años, mesa suele ser meta, y zapato, tapato, pero si a medida que el niño crece no se corrige él solo, quizá padezca una dislalia, que habitualmente empieza a tratarse entre los cinco y siete años. Otros trastornos de habla son fonológicos, considerados anómalos si persisten más allá de los cinco años: 'el niño repite bien ki ka, ke, ku, ko, pero dice títate en vez de quítate, o tefélono y manika por teléfono y máquina´, explica Monfort. Suponemos que el motivo es una menor facilidad natural para discriminar o producir sonidos, algo hasta cierto punto normal, como hay quien dibuja peor."
("Un 15 % de los niños tiene problemas para aprender a hablar". Mónica Salamanoe (1995). El País.)