Las disartrias agrupan a una gran diversidad de cuadros clínicos en los que están alteradas funciones básicas relacionadas con el habla.
Las investigaciones sobre la disartria son escasas, debido a que no es un trastorno primario del lenguaje, sino secundario a lesiones en el sistema nervioso central y/o periférico de etiología diversa que afectan a la función motora y que provocan alteraciones motoras en el habla.
Los trastornos que, con mayor frecuencia, cursan con disartria como síntoma principal son la parálisis cerebral infantil, los tumores cerebrales, las meningoencefalitis, las ataxias y los traumatismos craneoencefálicos.
En la edad infantil, la disartria va frecuentemente unida a una lesión neurológica generalizada, generalmente provocada por un traumatismo craneoencefálico, parálisis cerebral, ataxia u otras enfermedades.
María Pino es una joven a la que le fue diagnosticada ataxia a los 13 o 14 años. En esta entrevista explica la experiencia de su enfermedad que lleva asociado entre otros síntomas, la disartria. Lo único que pide en este vídeo para aquellos que tratan y se comunican con ella es respeto y paciencia.
La parálisis cerebral infantil es, sin duda, la causa con afectación disártrica más estudiada desde el ámbito neuropsicológico.
La disartria es un signo presente en la parálisis cerebral infantil, independientemente de la forma clínica que se presente (espástica, hipotónica, atetósica o atáxica).
El denominador común es una lesión cerebral, ligada a malformaciones cerebrales o defectos en la migración neuronal, que se constatan con las técnicas de neuroimagen en la mayoría de los casos y con alteraciones en el electroencefalograma, con epilepsia asociada en el 50% de los casos.
Raquel Hernández es una joven que padece parálisis cerebral. Su caso puede servir como ejemplo de la relación de este trastorno con la disartria y otros prolemas comunicativos.
Este vídeo nos sirve como ejemplo de cómo estas personas viven su realidad cotidiana e intentan superar sus dificultades para llevar una vida plena.
Los tumores del sistema nervioso central son, tras las leucemias, los más frecuentes en la infancia. Aunque la mortalidad global de estas neoplasias es superior a la de muchos otros tumores infantiles, su pronóstico ha mejorado con los avances en la neuroimagen y el tratamiento neuroquirúrgico, la quimioterapia y la radioterapia.
El seguimiento de casos informa que las pérdidas más significativas en los niños más pequeños se dan en motricidad fina, coordinación visomotora, visoespacial y memoria.
Todo ello origina la necesidad de apoyo específico escolar. Por otra parte, en estudios con niños que sobreviven a tumores cerebelosos tratados con quimioterapia, también se observaron deterioros importantes en las funciones ejecutivas, visoespaciales, en lenguaje expresivo, memoria verbal y capacidad motora.
Los estudios más relevantes sobre encefalitis demostraron que la etiología más frecuente es la varicela (el 23% de los casos); también se observaron, en menor medida, casos debidos a paperas, virus del herpes simple, sarampión y rubéola.
Aunque aproximadamente, en el 44% de los casos, se desconoce la etiología. Por otro lado, y gracias al desarrollo de las nuevas técnicas de neuroimagen, se ha podido observar que las encefalitis herpéticas suelen cursar con manifestaciones focales fronto-temporales, que justificarían los cambios en la personalidad, la afasia, la disartria, el mutismo y múltiples alteraciones ejecutivas.
Los traumatismos craneoencefálicos (TCE) en niños cursan con secuelas disártricas junto con alteraciones específicas de funciones mediadas por la corteza en la zona lesionada por el golpe y el contragolpe, y alteraciones debidas a lesiones más generalizadas de todo el cerebro.
Los niños se recuperan mejor de las secuelas neuropsicológicas producidas por lesiones focales (afasias, apraxias y agnosias), y peor de las difusas (memoria, atención y velocidad de procesamiento de la información).
Las alteraciones de la memoria en forma de amnesia traumática junto con alteraciones de la atención y del carácter, son los síntomas más comunes tras el TCE. Las alteraciones de la memoria de fijación no son sólo las más frecuentes, sino también las más persistentes. A menudo permanecen como secuelas definitivas y, a veces, interfieren significativamente en el aprendizaje.
Pedro Suárez Vertiz es uno de los más famosos cantantes de Perú. O, al menos lo era. Desde el año 2011, manifestó una evidente mala dicción. Él mismo explicó que era producto de un desorden nervioso muscular, que se evidencia con la edad, sumado a un déficit de atención crónico que le hace lucir extremadamente distraído y enredado al hablar. Esto afecta en forma importante su canto.
No obstante, el artista ha lanzado un nuevo disco en el año 2013 y considera que la mejor terapia para su enfermedad es seguir cantando. En una entrevista explica que los peores momentos fueron los de la incertidumbre hasta conocer su diagnóstico y aquellos en que las especulaciones de la prensa le atribuían todo tipo de enfermedades.
Pedrito Suárez Vértiz se sobrepone a su enfermedad y lanzará un nuevo disco
" Durante los últimos dos años, muchos han estado detrás de Pedro Suárez-Vértiz intentando que dé detalles sobre ese desorden en el habla (disartria) que apareció de pronto para reescribir por completo el guion de su vida. Ahora, si sale al cine con su esposa, el hecho se convierte en “Pedro se dejó ver en público” en los medios, como si se tratara de El hombre elefante. Quieren saber qué tiene, qué le pasa, qué tan grave es, con el mismo “interés” con el que se arremolinan las personas ante un cadáver sobre la pista. Pero Pedro se siente más vivo que nunca. Lo quiere demostrar con el libro que está por publicar y que representa para él ese nuevo camino que hoy le toca transitar en la vida. Por lo demás, en la intimidad de su casa todo sigue igual. Ayuda a sus hijos con las tareas, posa para las fotos de su hija universitaria y ama más que nunca a Cinthya. Porque en casa no hay preguntas que responder."
(Pedro Suárez Vertiz se sobrepone...). El comercio de Perú. 23 de enero de 2013)
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