En este recurso no profundizaremos en las características de cada tipo de texto, pero sí vamos a recordar cuáles son los más importantes que podemos encontrarnos en la vida escolar y cotidiana. Hay muchas clasificaciones posibles, según el soporte, el ámbito de uso, etc. pero nos vamos a quedar con la distinción entre textos literarios y no literarios. No obstante, debemos tener en cuenta que las categorías no son excluyentes, por lo que podremos encontrar textos que puedan incluir rasgos de ambos tipos.

Textos literarios

Los textos literarios se caracterizan por tener una intención estética, es decir, no solo cuidan el contenido, sino también la forma, con la intención de crear belleza. Al igual que la pintura puede simplemente cubrir las paredes o convertirse en una obra de arte, la construcción puede ser meramente funcional o un hito arquitectónico, en la literatura, a partir del uso adecuado de las palabras, podremos crear una obra de arte literaria.

Dentro de los textos literarios, vamos a crear una nueva clasificación en función de los géneros literarios:

• Texto narrativo: cuenta una historia que le sucede a unos personajes en un lugar y espacio concretos.
• Texto lírico o poético: expresa con brevedad y, generalmente, en verso, sentimientos y emociones.
• Texto dramático o teatral: desarrolla una historia a partir de la acción y los diálogos de los personajes.
• Texto didáctico-ensayístico: el ensayo es un texto donde un autor opina y reflexiona en profundidad sobre un tema. Presenta algunos rasgos de la exposición y la argumentación, pero con un cuidado literario del lenguaje.

Textos no literarios

Por contra, los textos no literarios son aquellos en los que, aunque podamos utilizar un lenguaje cuidado, prima el contenido y la finalidad del texto sobre la belleza en la expresión. Las principales tipologías textuales de los textos no literarios son:

• Texto expositivo: ofrece datos e información acerca de un tema de manera objetiva con intención de explicarlo. Podemos clasificarlos a su vez en:
  • Divulgativo: hecho para el público no especialista. No precisa conocimientos previos y el vocabulario es cuidado pero no excesivamente técnico, ya que está hecho para públicos amplios y heterogéneos. Ejemplos: libros de texto escolares, revistas de divulgación científicas...
  • Científico o especializado: el público receptor debe tener una preparación previa ya que los textos son más complejos dirigidos a unos receptores especializados, por lo que el lenguaje es más técnico. Ejemplos: artículos científicos, dosieres, informes, leyes,...
• Texto descriptivo: sirve para exponer los rasgos y características de personas, animales, cosas, lugares, etc. Podemos hacer también en este caso varias clasificaciones:
  • Según la intención de quien describe distinguimos:
    • Descripción objetiva, más técnica e informativa.
    • Descripción subjetiva, que incluye opiniones y puede tener rasgos literarios.
  • Al describir a personas podemos hacerlo mediante:
    • Prosopografía: descripción física.
    • Etopeya: descripción de la personalidad.
    • Retrato: mezcla de rasgos físicos y de personalidad.
• Texto instructivo: describe los pasos o las instrucciones para lograr un fin. Ejemplos: manuales de uso, recetas, enunciados, etc.
• Texto periodístico: cuenta acontecimientos relacionados con la actualidad. Según la intención distinguimos:
  • Textos informativos u objetivos: noticia, reportaje...
  • Textos de opinión o subjetivos: artículos, columnas, editoriales...
  • Textos mixtos que mezclan información y opinión: crónica.
• Texto publicitario: con intención comercial para dar a conocer y vender productos.
• Textos digitales: aunque no son una tipología propiamente dicha, sí que hay algunas nuevas construcciones como posts, tweets, entradas de blog, etc.