Entendemos por subjetividad todo aquello que es visto y descrito desde un punto de vista personal, es decir, con intención de opinar sobre una realidad o un asunto y mostrar sentimientos o juicios de valor hacia ella. Desde el punto de vista de los medios de comunicación y la prensa, se diferencia de la objetividad en que no busca solo informar sobre la realidad, sino que busca dar un punto de vista sobre ella.
Los textos subjetivos se caracterizan por:
Lee con atención el siguiente texto, extraído de una columna de opinión de El País y publicado por la escritora Rosa Montero en 2012:
El cáncer es una dolencia muy común, aunque algunos sigan empeñados en disfrazar la realidad con tontunas como “murió de una larga enfermedad”. Cada día se cura más, pero los tratamientos son costosísimos. En Estados Unidos, por ejemplo, si no tienes un seguro médico privado lo suficientemente caro como para incluir la quimioterapia, simplemente no te medican, lo cual me parece una injusticia desoladora e inicua. Y ahí radicaba una de las grandezas de nuestra sociedad: que no había enfermo de cáncer que no pudiera recibir el mismo protocolo terapéutico. Nuestra sanidad pública ha sido un logro colectivo fenomenal. [...]
Ahora fíjate en las principales características lingüísticas del mismo:
Identifica los rasgos subjetivos propios de los textos periodísticos de opinión en los siguientes textos. Puedes utilizar la plantilla para consignarlos.
El siguiente fragmento forma parte de una columna publicada por Luz Sánchez-Mellado en El País.
TREMENDOS 16
[...] Nos contentamos con saber, presuntamente, con quién andan y con quien wasapean. No tenemos ni idea. No imaginamos la angustia de sentirse patito feo viendo continuamente cisnes en las redes. No sentimos el escrutinio del grupo al segundo en el móvil. No sufrimos —no recordamos— el vértigo de estar lleno de inseguridades mientras los demás te restriegan sus soberbias. Triunfa ahora la serie 13 Reasons Why, en la que una adolescente cuenta los motivos de su suicidio en 13 capítulos. Este puente, mi pava y sus íntimos se los han bebido a morro en mi casa mientras una les contemplaba muerta de amor y de miedo. ¿Dulces? Tremendos 16. Quién los pillara. Y qué descanso haberlos ya pasado.
El siguiente fragmento forma parte de un artículo de Lorena G. Maldonado en El Español
CAMBIAR EL COLCHÓN
Yo no sé cómo se borra un amor áspero; pero entiendo que tiene que ver con recuperar otro, uno que debió siempre ser el primero: el amor propio. Yo milito en el hambre que siento hacia mí misma, un ser rarísimo que no termina nunca de conocerse, [...]
Últimamente hablo mucho de esto porque tengo una amiga que se está divorciando después de un matrimonio de veinte años. Le he dicho que se compre un vestido y que abra las ventanas; que se invite a un vino blanco y que se pinte los labios: ya no está de luto.[...]
El otro día le pregunté a mi amiga que qué era lo primero que quería hacer ahora que iba a vivir sola. “Cambiar el colchón”, me dijo, y me pareció rompedor y hermoso. Le contesté que la entiendo: de un amante insignificante uno se deshace cambiando las sábanas, pero de un amor, de un viejo y terrible amor, de un amor tan sacro y dogmático al que encomendar la vida… de ese amor sólo se libra uno tirando el colchón y estrenando uno nuevo. Uno que aguante, por fin, sólo nuestro propio peso.
En la columna de opinión de "Tremendos 16", una de las reflexiones que aporta la autora, Luz Sánchez Mellado, es la siguiente:
En cuanto pasas más tiempo cerca te topas, sin embargo, con una extraña en casa. Tu propia hija adolescente. La que se hace un ovillo para que ni le hables ni la mires mientras tú le bramas que qué le pasa y ella te ladra que no le pasa nada, “mamá, chaval, pesada”. La que se te cuelga del cuello deshecha en llanto porque sus amigas han intimado de más en Snapchat y ella se ha sentido “lo puto peor, mamá, chico”. La que te confiesa que igual tiene ganas de llorar que de reír y que no se aguanta del pavo que tiene encima, “te lo juro, mamá, tío”.
Tarea 1: Comenta con tu compañero/a si estás de acuerdo con la visión que se da de los jóvenes en este fragmento, teniendo en cuenta las siguientes preguntas:
- ¿Hablan así los jóvenes en casa con sus padres? ¿Qué expresiones coloquiales utilizas tú?
- ¿Te ves reflejado/a en las palabras de la madre? Justifica tu respuesta.
Tarea 2: Recoge tus impresiones en tu cuaderno y, a partir de ahí, redacta, de manera individual, un breve texto en el que des tu opinión teniendo en cuenta las características de subjetividad que has visto en este apartado. (Escribe en primera persona, añade verbos de opinión, utiliza algún recurso literario o adjetivos valorativos etc.).
Recoged vuestras impresiones en vuestro cuaderno y a partir de ahí, redactad, de manera individual, un breve texto en el que deis vuestra opinión teniendo en cuenta las características de subjetividad que has visto en este apartado. ( Escribe en primera persona, añade verbos de opinión, algún recurso literario o adjetivos valorativos etc.).
Esta tarea presenta dos partes:
A través de la primera, se trabaja la expresión oral, ya que los miembros de la pareja deben argumentar y dar su opinión sobre el texto. Podemos hacer que, posteriormente, uno de ello, haga de portavoz y explique al resto sus conclusiones.
La segunda parte se centra en recoger sus reflexiones sobre el tema a partir de una redacción de un texto breve de opinión, en el que deben poner en práctica lo que se ha estudiado de modo teórico.
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