En nuestro primer viaje vamos a seguirle la pista al agua que cae en precipitaciones sobre la tierra, aquella que discurre por la superficie y va modelando el paisaje. Dependiendo de en qué zona llueva, (el tipo de terreno, su altitud, su clima, su pendiente...) se abre paso de distintas maneras y forma estructuras y paisajes diferentes.
El agua es también un recurso natural que ha acompañado a la historia de la humanidad. El ser humano ha aprovechado los cursos de agua para sus actividades agrícolas, ganaderas, industriales, para obtener energía y para los propios usos domésticos y de ocio. También ha influido en ellos, los ha desviado para hacer presas o transvases y las ha contaminado con residuos derivados de esas actividades. Así, se han generado paisajes que llamamos “antrópicos”.