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La fuerza de un razonamiento

Conocimiento previo

Antes de comenzar nuestro entrenamiento vamos a informarnos acerca de aquello a lo que nos vamos a enfrentar: la lógica. Saber qué es y qué la hace tan importante será así la primera parada de nuestro camino.

La lógica es una de las partes de la Filosofía, en concreto es la disciplina que estudia la validez de nuestros argumentos. Es decir, es la parte de la Filosofía que se encarga de estudiar las reglas que hacen que nuestros razonamientos sean correctos. 

LógicaFreepik. Logic (CC BY SA)

Es muy importante tener en cuenta que hablar de un razonamiento correcto no es lo mismo que decir que sea un razonamiento verdadero. Nos fijamos en el siguiente ejemplo:

Si hacemos el siguiente argumento: 

Premisa 1: Todos los alumnos de 1º bachillerato vuelan

Premisa 2: Juan es un alumno de 1º bachillerato

Conclusión: Por lo tanto, Juan vuela

El argumento es correcto. Hemos razonado bien. Pero eso no significa que sea verdadero. 

Nos fijamos ahora en este otro razonamiento:

Premisa 1: Las personas o están vivas o están muertas

Premisa 2: Michael Jackson está vivo en nuestro recuerdo

Conclusión: Por lo tanto, Michael Jackson está muerto

En este caso la conclusión es verdadera pero no porque el argumento sea correcto, ya que hemos razonado mal (ya que si está vivo no puede estar también muerto), sino porque lo que se afirma en la conclusión coincide con la realidad. 

Pero aunque a veces los argumentos sean incorrectos y la conclusión sea verdadera por casualidad, lo que nosotros, héroes y heroínas del pensamiento buscamos, no es dar con la verdad por casualidad sino porque seguimos el camino adecuado, ese camino es el del razonamiento correcto de la lógica. Si sabemos cómo razonar bien y partimos de premisas verdaderas, entonces podremos estar seguros de que sí llegaremos a la verdad. 

Aquellos que poseen el poder de saber argumentar pueden defender sus ideas y pueden alcanzar un mejor conocimiento de la realidad. Así que si queremos ser auténticos héroes y heroínas de Filoland habremos de luchar por obtener tan valioso poder.

La fuerza de un razonamiento

Duración:
45 minutos
Agrupamiento:
Equipos de 4 a 6 alumnos

Ahora sí, una vez que hemos conocido en qué consiste la lógica podemos realizar nuestro primer ejercicio de velocidad. 

Nuestra misión consistirá en hacer un comentario de texto guiado con preguntas. 

Como aún no tenemos demasiada práctica en hacer comentarios de texto trabajaremos en equipos, siguiendo la técnica de bolígrafos al centro: es decir, leeremos juntos el texto, pero antes de responder a cada pregunta dejaremos nuestros bolígrafos en el centro de la mesa. Cada miembro del equipo irá intentando dar una solución a la cuestión planteada, y, tras dialogar entre todos e intentar llegar a un consenso, recogeremos nuestros bolígrafos y, de manera individual, redactaremos nuestras conclusiones. No tienen porque ser todas las respuestas de nuestro equipo iguales. Cada uno la escribirá a su manera. 

Texto: La fuerza de un razonamiento

"El empleo de argumentos tiene lugar tanto en la vida cotidiana como en el ejercicio de las tareas científicas.

Su utilidad resulta obvia si se considera que, gracias a ellos, podemos ampliar reflexivamente nuestro conocimiento. Es claro que la observación lo amplía. Pero, al pasar de las premisas de un argumento a su conclusión, incrementando así con esta el repertorio de las proposiciones que conocemos, no ponemos en práctica nuestra capacidad de observación, sino de reflexión. El hecho de que, además de observar, podamos discurrir o razonar aumenta nuestra probabilidad de sobrevivir en el mundo. [...] Por el momento, basta tomar nota de que hemos advertido una doble misión en los argumentos: de un lado la materia o contenido, y de otro la forma o estructura, que es una dimensión esencial desde el punto de vista lógico. Bertrand Russell solía decir que al comprobar la solidez de un razonamiento se pierde el tiempo atendiendo a la materia, porque es la forma lo que ante todo hay que examinar. Su fuerza está en su forma."

GARRIDO, M.: Lógica simbólica, Madrid, Tecnos, 1997. 

Diario de metacognición

Los grandes héroes y heroínas no sólo actúan. También son capaces de reflexionar acerca de qué han hecho y cómo lo han hecho, de este modo, nunca dejan de aprender, y por ello son capaces de llegar tan lejos. 

Si queremos ser auténticos héroes y superar nuestro entrenamiento también deberemos hacer ese ejercicio de metacognición (es decir, de reflexión sobre nuestro propio aprendizaje). Para ello tendremos un cuaderno de bitácora donde iremos dejando constancia de todo lo que aprendemos con estos duros entrenamientos y con las misiones que se nos adjudicarán y cada día iremos escribiendo en él y haciendo así el diario de nuestras aventuras ¿suena bien, verdad?