Es muy posible que nunca nos hayamos parado a pensar en qué lenguas somos capaces de utilizar. Tengamos en cuenta que, en la mayoría de los casos, las personas conocemos y utilizamos más de una lengua. Las situaciones de monolingüismo son muy escasas en el mundo.
También debemos considerar que nuestros conocimientos sobre las lenguas pueden ser muy dispares. Las personas plurilingües (que conocen varias lenguas), no las conocen todas con el mismo grado de dominio.
Es posible que podamos leer textos muy sencillos en francés porque hemos escogido esta lengua como segunda lengua extranjera en el centro y eso, ya es un grado de conocimiento para tener en cuenta. Seguro que si nos ponemos a pensar, somos capaces de utilizar diferentes lenguas para muchas más cosas de las que creíamos.
Para demostrarlo vamos a elaborar nuestro abanico lingüístico. ¿Os preguntáis qué es un abanico lingüístico? Buscad en la "Guía didáctica del Portfolio..." . En ella trabajaremos con la actividad de la página 64.
El abanico lingüístico es un gráfico que refleja las lenguas que podéis usar y cuándo comenzasteis su aprendizaje. El procedimiento para realizarlo es el siguiente:
- Examina con atención los dos modelos de abanico lingüístico.
- Escoge por cada lengua que vayas a introducir en el gráfico un color diferente.
- Indica con que edad comenzaste a conocer cada lengua. Por ejemplo, para tu primera o primeras lenguas, marca desde tu primer año.
- Sigue después rellenando el espacio con el color elegido en vertical y ensanchando el arco a medida que usas y avanzas en esa lengua.
- Por último, acompaña el abanico con un pequeño relato en el que escribas la explicación del gráfico.
Utilizaremos una plantilla para realizar la actividad:
Descarga la "Plantilla del abanico lingüístico" para rellenarla
Al completar nuestro abanico, seguro que quedamos muy sorprendidos de los resultados. Resumiremos a nuestros compañeros de equipo nuestro documento y nuestras conclusiones.