Estudiar Historia nos permite viajar en el tiempo. Conocer mundos diferentes al nuestro. Sentir aquello que sintieron nuestros antepasados. Todos los acontecimientos históricos se han desarrollado en el mismo escenario: el tiempo. Pero acercarnos a él puede resultar una tarea muy complicada, ya que es algo que no podemos ver ni tocar.
Por eso, lo primero que debemos hacer es ordenar en el tiempo los acontecimientos, lugares y personajes que vamos a estudiar a lo largo de este viaje.
Las primeras civilizaciones históricas nacieron en la Edad Antigua, una etapa posterior a la Prehistoria que se inició con la invención de la escritura hacia el 3.500 a. C. A lo largo de este periodo, diversas civilizaciones se fueron sucediendo en las inmediaciones del Mar Mediterráneo: Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma. La Edad Antigua finalizó en el año 476 d. C., tras la caída del Imperio Romano de Occidente, hecho que dio inicio a una nueva fase histórica: la Edad Media.
Un vídeo acerca de estas primeras civilizaciones nos dará muchas más pistas para continuar con nuestro proyecto.
Para aprovechar mejor toda la información del vídeo, podemos hacer tres actividades acerca de su contenido:
- Redactar un titular de periódico que sirva de introducción.
- Escribir entre tres y cinco temas que se hayan tratado en el recurso.
- Señalar tres palabras, dos frases y dos ideas que consideremos importantes.
Hagamos estas actividades individualmente y contrastemos después con nuestros compañeros. ¿Hay resultados comunes? ¿Qué es lo más llamativo de nuestro análisis?
Quizá ahora podamos entender mejor cuándo y dónde aparecieron las primeras civilizaciones antiguas. Un cuestionario sobre el vídeo nos ayudará a revisar y reafirmar lo que hemos aprendido.