Las tareas que hemos desarrollado hasta ahora nos han permitido estudiar la economía desde el punto de vista de los consumidores. Hemos conocido cómo influimos en el funcionamiento del sistema económico y cuáles son las consecuencias sociales, ecológicas e incluso psicológicas del consumo que hacemos. También hemos reflexionado para convertirnos en consumidores responsables.
También hemos recordado o descubierto las grandes diferencias de riqueza (y de consumo) entre países y personas a nivel mundial. Por último, tenemos una idea mucho más clara de qué ocurre con los productos desde que se fabrican hasta que finalmente son arrojados a la basura.
Llega ahora el momento de usar todo lo que hemos aprendido para convertirnos en creadores de proyectos muy diferentes.