Una tarde de sábado, paseando con tus padres por el centro de tu ciudad, se os acerca un joven voluntario vestido con un peto de color verde, que de manera educada os pregunta:
-¿Tenéis un minuto, por favor?
-Os miráis, dudand, ante la sorpresa de un encuentro que no esperabais. El joven aprovecha vuestra incertidumbre y comienza a hablar sobre una Organización No Gubernamental (ONG) de la que forma parte. Trabaja luchando contra problemas como el hambre, la discriminación de la mujer, la explotación laboral y la violación de los derechos de la infancia. El voluntario os enseña unas fotografías para ilustrar las situaciones de injusticia que intenta paliar su organización.
Tras ver las imágenes y mantener una breve conversación con el voluntario, rechazáis su oferta y seguís vuestro camino. Sin embargo, algo ha cambiado dentro de ti. El recuerdo de algunas de las instantáneas que has visto causa inquietud en tu interior. Algunas preguntas revolotean insistentemente en tu conciencia.
-¿Me gusta el mundo en el que vivo? ¿Qué podría hacer para que cambiara?
El lunes, en tu instituto, decides compartir tu experiencia del fin de semana en clase de Ciencias Sociales. Tu profesor os propone explorar una época en la que multitud de cambios sacudieron el mundo. Una etapa en la que el descontento de la población con las situaciones injustas obligó a los gobernantes, tras numerosas crisis y dificultades, a construir un mundo más justo y más libre. Un periodo de la historia conocido como "La era de las revoluciones".