La verdad, cuanto más dificultosa, es más agradable

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Retrato de Francisco de Quevedo
Retrato de Francisco de Quevedo. Imagen de Juan Van der Hammen en Wikipedia. Licencia Dominio público.

El conceptismo es un estilo barroco representado en la figura de Quevedo.

Frente al predominio casi exclusivo de la forma, que caracterizaba al culteranismo, ahora es más importante el contenido, de ahí que se prefiera el empleo de recursos de ingenio (como la dilogía, la paradoja , la antítesis, la anfibología...).

El objetivo es conseguir una estética propia basada en la dificultad del lenguaje literario. Para lograrlo, se busca decir mucho con pocas palabras, de ahí la abundancia de la polisemia.


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Actividad de Lectura

Nuestro poeta es uno de los personajes reales que aparecen la serie de novelas de El capitán Alatriste. Estas obras, escritas por Arturo Pérez Reverte, sitúan su acción en la época del Barroco y en ella se entremezclan realidad y ficción. No obstante, nos permiten conocer el contexto histórico, cultural y social en el que hombres como Quevedo, Góngora o Cervantes se movieron.

Vamos a leer la descripción que se hace de Quevedo en la novela:

 

Foto de muro de azulejos de Quevedo
Madrid. Francisco de Quevedo. Imagen de Rhubhar Cramble en Flickr. Bajo licencia Creative Commons (by-nc-sa)

"...Cada vez que a don Francisco (de Quevedo) se le iba la mano con el vino de San Martín de Valdeiglesias -lo que ocurría-con frecuencia-, se empeñaba en tirar de espada y batirse con Cristo. Era un poeta cojitranco y valentón,...,corto de vista, caballero de Santiago, tan rápido de ingenio y lengua como de espada, famoso en la Corte por sus buenos versos y su mala leche. Esto le costaba, por temporadas, andar de destierro en destierro y de prisión en prisión; porque si bien es cierto que el buen rey Felipe Cuarto, nuestro señor, y su valido el conde de Olivares apreciaban como todo Madrid sus certeros versos, lo que ya no les gustaba tanto era protagonizarlos.

Así que de vez en cuando, tras la aparición de algún soneto o quintilla anónimos donde todo el mundo reconocía la mano del poeta, los alguaciles y corchetes del corregidor aparecían por su taberna, o por su domicilio, o por los mentideros que frecuentaba, para invitarlo respetuosamente a acompañarlos, dejándolo fuera de la circulación por unos días o unos meses. Como era testarudo, orgulloso, y no escarmentaba nunca, estas peripecias eran frecuentes y le agriaban el carácter. Resultaba, sin embargo, excelente compañero de mesa y buen amigo para sus amigos..."

 

Pérez-Reverte, A. y Pérez-Reverte, C. El capitán Alatriste (Décima edición). España.Madrid. Editorial Alfaguara. 1998. (Pgs 21y 22).


Aunque se trata de una obra de ficción, podemos trabajar sobre el texto, para conocer un poco mejor la figura humana de Quevedo.

El trabajo que te proponemos a continuación, tendrás que hacerlo en tu cuaderno y después pasarlo al Blog. En la entrada (que se llamará Francisco de Quevedo a partir de Alatriste, copia el texto e incluye una imagen del propio Quevedo).



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Actividad


Comencemos conociendo a Quevedo con un breve ejercicio de comprensión lectora de uno de sus poemas, Miré los muros de la patria mía. 
 

Y ahora un poco más: seguro que "te suena" este famoso soneto que Quevedo dedicó a Góngora (fruto de la rivalidad entre ambos poetas). ¿Quieres intentar completarlo? ¡Ánimo!

   

Recuerda que además de leer puedes escuchar los poemas de Quevedo.

 


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Actividad de Lectura

Francisco de Quevedo era ante todo poeta, pero también escribió obras en prosa. Algunos de sus textos nos pueden ayudar no solo a conocerlo como autor sino también a mejorar nuestra comprensión de las características de la literatura del Barroco.

 

Rostro de anciana
Rostro de anciana. Imagen de Luana Fischer Ferreira. Banco de imgenes y sonidos del ite. Licencia Creative Commons (by-nc-sa)

Un buen ejemplo de la prosa de Quevedo puede ser  esta descripción que realiza de la dueña Quintañona.

Con su báculo venía una vieja o espantajo diciendo: "¿Quién está allá en las sepulturas?", con una cara hecha de un orejón, los ojos en dos cuévanos de vendimiar, la frente con tantas rayas y de tal color y hechura que parecía planta de pie, la nariz en conversación con la barbilla, que casi juntándose hacían garra, y una cara de la impresión del grifo; la boca a la sombra de la nariz, de hechura de lamprea, sin diente ni muela, con sus pliegues de bolsa a lo jimio, y apuntándole ya el bozo de las calaveras en un mostacho erizado; la cabeza con temblor de sonajas y la habla danzante; unas tocas muy largas sobre el monjil negro, esmaltando de mortaja la tumba; con un rosario muy largo colgado y ella corva, que parecía con las muertecillas que colgaban dél, que venía pescando calaverillas chicas.

Francisco de Quevedo, El sueño de la muerte


Lee el texto, señala con qué recursos describe Quevedo a la vieja. Distingue entre sus rasgos físicos y sus ropas.


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Objetivos

ilustración Polifemo  y Galatea
Acis se convierte en río. Imagen de Abraham Pérez en Banco de Imágenes y Sonidos del ITE. Bajo licencia Creative Commons (by-nc-sa).

Nuestra antología de poesía barrroca:

Como ya hemos dicho muchas veces, la mejor forma de conocer y apreciar la literatura es leyendo los textos literarios.

En esta ocasión, seremos cada uno de nosotros quienes crearemos una antología  poemas barrocos que además nos sirvan de ejemplos de las principales características de este periodo.

 

 

 


Lengua castellana y literatura 3º E.S.O. CeDeC