- Manuel, este tema para las chicas tiene que ser súper fácil porque se pasan la vida preguntando. Son unas cotillas. Al día, ni se sabe las oraciones interrogativas que saldrán por esas bocas. Bueno, y si es mi madre...
- Ja, ja, ja. Ya saltó el graciosillo de turno. ¡Será que tú no preguntas nada, vamos! Más indirectas que otra cosa, por cierto.
- Yo creo que aquí en clase, oímos ejemplos de todas las interrogativas diez o quince veces al día.
- Dejando aparte que eso solo es un tópico, Dani, porque tanto preguntan chicos como chicas, es estupendo que este tema sea fácil para todos. Y ahora es cuando me vais a demostrar que efectivamente lo habéis entendido.
-Si se trata de preguntar cosas, yo soy el número uno.
-No exactamente. No vamos a convertirnos en un programa de cotilleos sino que vamos a apreder a preguntarle a los textos.
-¿Cómo?