En la breve escena seleccionada intervienen tres personajes: Rosaura, Clarín y Segismundo.

En la relación de personajes previa, el autor ya los había definido como dama, príncipe y gracioso. Eso quiere decir que están marcados por unas características convencionales propias del teatro del Siglo de Oro. Ser definido por el autor de una u otra manera significa marcar una forma ya de actuar sobre el escenario, pues en este momento los personajes son figuras planas, lo que se denomina "personajes tipo", sin apenas evolución psicológica. Sin embargo, en algunas de las obras de Calderón esto no siempre es así.

En este primer acto, la caracterización sí que corresponde con los patrones marcados por la convención: Clarín es un personaje cobarde según confiesa con sus palabras y sus gestos. El comportamiento y las palabras de Rosaura, sin embargo, responden a un estatus superior y, aunque también siente miedo, presta atención a las quejas de Segismundo. Este, por sus palabras, parece inmerso en una tragedia humana. Se presenta a sí mismo como un ser desgraciado. Los mismos nombres elegidos por el dramaturgo para sus personajes denotan también esta caracterización.