Criterios de verdad
Es el momento de enfrentarnos a nuestro último ejercicio de este interesante entrenamiento de resistencia. En esta ocasión deberemos usar nuestra creatividad para resolver ciertos misterios que se nos van a plantear. Misterios un tanto peculiares, diríamos que incluso... sobrenaturales. Cada grupo deberá crear una hipótesis explicativa que resuelva el misterio y, tras plantear la hipótesis, deberemos convertirla en una hipótesis posible y creíble a través de la presentación de varios criterios y pruebas que demuestren su viabilidad.
Eso significa que no valdrá con ser ingeniosos, también deberemos ser coherentes y justificar muy bien nuestras propuestas a través del uso de distintos criterios de verdad.
¡Ah! Quizás no sepamos qué es eso de los criterios de verdad.
Un criterio de verdad es aquello que nos permite saber con seguridad qué es verdadero o falso. Como ya sabemos, a lo largo de la historia de la Filosofía se han propuesto distintos criterios de verdad, distintas maneras de saber si algo es verdadero. Así, por ejemplo, Descartes y los racionalistas defendían la evidencia como criterio de verdad, pero Hume y los empiristas defendían como criterio de verdad la verificabilidad, es decir, comprobarlo empíricamente, mientras que James y los utilitaristas defendían la utilidad...