Recordemos que las tres características fundamentales de los textos correctos son:

• Coherencia: el sentido global del texto y su significado, es decir, que el texto tenga sentido.
• Cohesión: correcta relación entre las partes, es decir, que estén bien unidas.
• Adecuación: el texto se adapta a la situación comunicativa y al receptor.

En este caso, vamos a trabajar sobre la cohesión relacionando oraciones cortas entre sí. Por ejemplo:

• Natalia coge el metro todos los días.
• A Natalia no le gusta el metro.
• Natalia necesitaba ir a trabajar.

Posible resultado: Aunque a Natalia no le gusta el metro, lo coge todos los días para ir a trabajar.

Prueba ahora con los siguientes grupos de oraciones:

• Fui al colegio por la mañana.
• Anoche comí algo que me ha sentado mal.
• El médico me mandó reposo.

• Me encanta la playa en verano.
• Este año mis padres no tienen vacaciones.
• Es posible que viaje con mis primos al pueblo.

• Tenemos muchos deberes.
• Soy muy rápido haciendo deberes.
• Si termino podré ver mi serie favorita.

• Tengo la habitación muy desordenada.
• Nos quedamos castigados.
• Con la habitación desordenada no nos dejan jugar.

En la retroalimentación tienes pistas. Una vez tengas claro cómo funciona, intenta proponer tú otros grupos de 3 oraciones a tu pareja de trabajo.