En la comunicación oral es muy importante, además de lo que queremos decir, cómo lo decimos. A través de nuestro tono de voz y del los gestos que lo acompañan podremos utilizar las mismas palabras, pero con un significado bien diferente. Es lo que podríamos llamar contexto, situación comunicativa o subtexto.

Dame ese libro

Dos manos sostienen un libro — Pixabay/communication-76 . *Dame ese libro* (Pixabay License)

Vamos a reflexionar sobre la importancia de la entonación y los gestos repitiendo una única oración: "Dame ese libro".

Para que podamos observar las diferencias se te asignará de la lista inferior una manera de decirlo. Por tanto, no hay que decir lo que viene entre paréntesis, sino dotar a nuestro mensaje verbal de esos matices. Para que podamos observarlo, lo mejor es que una pareja lo haga frente al resto del grupo y que el público trate de adivinar qué situación han representado.

Dame ese libro (y no el lápiz)
Dame ese libro (por favor)
Dame ese libro (pero no me pegues)
Dame ese libro (que te lo he pedido mil veces)
Dame ese libro (pedazo de imbécil)
Dame ese libro (cariño mío)
Dame ese libro (que me da mucha vergüenza pedírtelo)
Dame ese libro (te lo ordeno)
Dame ese libro (que tengo mucha prisa por irme)
Dame ese libro (y mételo en mi mochila)
Dame ese libro (ese no, el otro)
Dame ese libro (y déjame en paz)
Dame ese libro (si no quieres que te pegue)
Dame ese libro (pero no despiertes al vigilante)
Dame ese libro (que soy un robot del futuro)
Dame ese libro (que me muero de calor)