Reflexión
Os habréis dado cuenta, con el estudio de las características de nuestro Siglo de Oro, de que escribir es el arte de la palabra.
¿Recordáis de la unidad anterior cuando os quejabais de lo difícil que resulta redactar si no se tiene vocabulario? Entonces, nos pusimos al día con lo de cómo era posible formar palabras con prefijos, sufijos, uniendo raíces...
Pues, bien, nuestros escritores del XVI y del XVII también utilizaban otra técnica para adquirir su "arte": leer. Y en aquella época se leían, sobre todo, a los clásicos griegos y latinos. Esa era la mina fundamental de su vocabulario.
Así lo reconoce Juan de Valdés, un humanista del XVI, en su conocido libro, Diálogo de la lengua, obra en la que tres personajes -Marcio, Pacheco y el propio Valdés- dialogan sobre varias cuestiones del castellano de la época, entre otras, sobre su origen. Vamos a fijarnos en lo que dice el autor a sus interlocutores.
Accede aquí al fragmento de El diálogo de la lengua.
¿Has entendido bien lo que nos quiere decir? ¿Cuáles son las claves para entender el origen de nuestro léxico?