Saltar la navegación

Donde fueres haz lo que vieres

En el patio



-Pues sí que sirve esto de la lengua. He empleado estos truquillos de cortesía esta tarde y el viernes me puedo quedar a dormir en tu casa, Clara.

-Estupendo, Bea. Ya sabes, nos lo vamos a pasar de perlas.

-¿De qué habláis?

-Lo siento, Raúl, cosas de chicas.

-Ya.

- No "te ralles". Mira, por ahí viene Dani. Pregúntale qué tal lleva el Age of Empire.

-Ja, ja. Seguro que todavía no ha pasado de la Edad de Piedra.

-Piedranix.

-Ja, ja, ja. "Me troncho". Raúl, eres único haciendo chistes.

-No te enfades, hombre, que no es para tanto.

-Venga, callaos un poquito, que viene Manuel y empieza la clase.

Actividad de Lectura

Libros a ordenador
María Elena. Libros de texto a formato e-books (CC BY)

Vamos a avanzar un poco más un poquito en esto de entender el texto dentro de la situación comunicativa en la que se produce.

Os traemos un texto que os puede resultar un poco extraño, pero que os aseguro que no os va a dejar indiferentes. Se trata de un fragmento del primer libro de Rosa Montero, una periodista y escritora actual, que nos cuenta cómo era el Madrid de finales de los años setenta.

El libro se titula Crónica del desamor y son catorce historias entrelazadas a través de su protagonista, Ana.

-Es un verano muy flipante este, tío- dice el Zorro, limpiándose las uñas con un palillo, las tiene cubiertas de esmalte rojo y verde, dedo sí, dedo no, unas grandes manazas multicolores. La gente lleva una marcheta tremenda, no sé qué pasa, pero lo noto tío, lo huelo, lo huelo tanto que casi me da miedo...

-Hazte un cubata, tío, no seas roña.

-Ni pensarlo, macho, que ya me debes tres talegos. Págame y luego hablamos.

Van saliendo al caer las sombras, pintados de guerra, dispuesto a conquistar cada noche, cuando menos el mismo puesto que la anterior. La zona está tomada este verano, antes era un barrio populoso, ahora al finalizar el día, pierde su contenido y su nombre. Como en éxodo van llegando de la distante ciudad, de la luz diurna, de la otra vida, unificándose en ese mínimo universo con los de siempre de la zona, con el viejito anarquista habitualmente tajado que escupe vapores alcohólicos y pedazos de pulmón cuando susurra o te tose, al oído, las conocidas batallas,mecagüen tos estos hijoputas, c'ahora se creen la hostia, meca-güendios que yostuve con Durruti, y que luego duerme en aquel banco de la plaza aprovechando la sudada madrugada. Es la hora de citas no hechas y sin fallar van llegando, príncipes y acólitos, reyes y lacayos, novicios y diplomados veteranos. Eh, tú, vieja carroña, ¿te tomas un trago conmigo?

-Ya está el Bardo tratándote de carroña, y eso que hoy es pronto, debe estar ya mamadísimo, el tío.

-No te creas, ese ya no se coloca con nada.

Rosa Montero. Crónica del desamor. Ed. Debate. Madrid, 1980 (7ª ed.) p. 159-160

Vamos a fijarnos en cómo recoge el lenguaje de los ambientes y situaciones donde se desarrollan los personajes.

¿Notáis distintos "niveles", "formas de hablar" en el texto?

¿Qué significa en esta situación "tío", "flipante", "cubata", "macho"...?

¿Reconocéis algunos de estos términos en vuestra forma de hablar hoy en día?

Recuerda

Hay diferentes maneras de comunicarse oralmente, siguiendo procedimientos diversos, formales e informales, que facilitan el proceso; dependiendo del grupo, el tema y la situación, entre otros factores.

Autoevaluación

Completa el texto con las palabras siguientes:

Banco de palabras:  hablantes, organizados, comunicación, formal, repeticiones, expresividad, vocabulario, apodos, hechas, confianza, amigos, estructurados.

En nuestra diaria empleamos dos niveles diferentes: el y el informal. Este último es el propio para las situaciones comunicativas entre personas que tienen mucha . Por ejemplo, cuando hablamos entre o con familiares solemos no prestar excesiva atención a las , emplear muletillas, , frases inacabadas, frases , expresiones inventadas y textos mal . Se trata de una comunicación que atiende más a la y a crear un ambiente distendido que a cuidar el uso lingüístico.

Sin embargo, el uso formal de la lengua tiende a buscar un apropiado y correcto, evitar las repeticiones y crear textos muy bien . Son propios de las situaciones serias y formales, donde los no tienen demasiada confianza.

Habilitar JavaScript