- Muy bien, chicos. Me habéis vuelto a dejar impresionados con vuestra capacidad de analizar y redactar titulares; así da gusto.
- Yo he flipado con los sensacionalistas, profe. Mi compañero y yo echábamos un vistazo a la noticia y a veces era más impresionante lo que se decía en el titular que el resto. ¡Vaya si conseguían que nos llamara la atención! Son unos linces, estos periodistas. Y cuando yo me puse a escribirlos, me pasaba igual.
- ¿Verdad que sí? Por esta razón, justamente, es por la que os insisto en que debéis ser críticos con lo que leéis, no creer todo a pies juntillas, porque habría entonces tantas verdades como periódicos se publican (además de la radio y la televisión, Internet...). Y debéis prestar más atención, todavía, cuando se trata de un artículo de opinión.
- ¿Y qué hacemos entonces, profe, no nos creemos nada? ¡Pues para eso no leo, vaya!
-¡Para, para... que nos conocemos ya, Dani! Una vez leído, solo tienes que reflexionar sobre lo que te dicen y concluir con una opinión propia (que puede coincidir o no con esta). Vamos a verlo con un ejemplo.